En el suroriente del departamento del Cauca, como si avanzara saltando escalones por entre una manigua difícil, se va extendiendo hacia las montañas nariñenses el municipio de Mercaderes, también conocido como la capital maicera de Colombia.
Y allí, bien debajo de aquella meseta, en el Valle del río Patía y abrazada por una temperatura calcinante de 35 grados, se encuentra la vereda El Pilón, donde viven 551 familias afrodescendientes que lograron regresar a las tierras de sus ancestros después de cien años de haberlas perdido.
En efecto, son 1.323 hectáreas de tierra fértil en donde no solo pastarán 174 novillas de raza Holstein y Girolando, entregadas por la Agencia de Desarrollo Rural, sino que con este proyecto integral sus nuevos propietarios ayudarán a impulsar la economía familiar campesina y comunitaria, gracias a que tendrán tierra suficiente para producir alimentos.
Se trata de un proyecto que no solo entrega el ganado a las comunidades afrodescendientes, sino que estas familias recibirán todo el acompañamiento de la Agencia de Desarrollo Rural en reproducción y mejoramiento genético, mejoramiento de pastos, en siembra de maíz para el alimento de los animales, y hasta recibirán una importante dotación en equipos y maquinaria.
Para José María Angulo, representante legal del Consejo Comunitario Palenque la Torre “esto no fue de un día para otro. Imagínense siete años esperando, y en el 2022 nos dan la noticia de que se aprobó el proyecto, pues no solo yo sino todos los compañeros que hemos venido detrás de esta gestión nos sentimos maravillados”.
Y, claro, no fue de un día para otro, porque para todo se requiere paciencia. Y se requiere soñar y convencer a los miembros de la comunidad, a sus hombres y mujeres. Se requiere formar líderes y lideresas. Pero también se necesita determinación.
En esta ambiciosa intervención en el territorio de las comunidades del Valle del río Patía, la Agencia de Desarrollo Rural aportó una cifra cercana a los 1.800 millones de pesos, cuya inversión no solo beneficiará a 150 familias, sino que impactará positivamente a una región que quiere reemplazar las economías ilegales que durante años han generado violencia.
La espera para recibir esta noticia –después de que perdieron sus tierras— fue de casi 100 años, durante los cuales estas comunidades afro llegaron a ser jornaleros asalariados de sus propias tierras, empleadas de servicio de los terratenientes y hasta esclavos de algunos de ellos. Pero de tanto sentir que el arraigo los sembraba en la herencia de sus ancestros, tuvieron que empezar a organizarse para recuperar no solo su tierra sino también su cultura que ya amenazaba con extinguirse.
“Con esta historia de lucha que llevamos por tantos años, no solo hemos logrado reconquistar algunas de las tierras de nuestros abuelos y bisabuelos, sino enseñarle a nuestra comunidad y a otras comunidades que unidos somos más, que asociados somos más fuertes”, dijo José María Angulo, líder del Consejo Palenque la Torre, mientras miraba emocionado las primeras 90 cabezas de ganado que le entregó a su comunidad la Agencia de Desarrollo Rural, de un total de 174 novillas para ganado doble propósito.
Paralelo a esta noticia que recibieron las comunidades afrodescendientes de Mercaderes, durante el recorrido por el Cauca, la Agencia de Desarrollo Rural entregó a los pueblos indígenas de Jambaló recursos por 290 millones de pesos destinados a cultivo de mora de castilla, y cuyo proyecto favorecerá a 37 familias Nasa.
Mientras tanto, en el municipio de Caldono los comuneros pertenecientes a la Asociación de Cabildos Sa’th Tama Kiwe, recibieron 1.821 millones para compra de 326 cabezas de ganado doble propósito, con un impacto positivo para 163 familias.