No solo fueron obras en perímetro urbano las que el alcalde Jaime Andrés Beltrán recibió sin concluir, sino que, además, intervenciones para el mejoramiento de la malla vial en la zona rural también tenían pendientes en sus entregas.
Desde el 2016, la comunidad de dos mil habitantes distribuidos en las veredas de Gualilo Bajo y La Malaña, en comprensión de Bucaramanga, solicitaban a las administraciones municipales, ejecución de los presupuestos participativos para intervención y mejoramiento del estado de las vías en su corregimiento, ubicado al oriente de la ciudad.
“La comunidad esperaba la construcción desde el 2016, debido a que es una pendiente muy alta y una curva muy profunda, por lo que se dificultaba el tránsito de los vehículos por este sector; a través de un presupuesto participativo se pudo ejecutar la obra en 2024, mejorando las condiciones de movilidad no solo de esta vereda, sino de todas las aledañas”, enfatizó la secretaria de Infraestructura, María del Rosario Torres Vargas.
La obra, vinculada al contrato 419 de 2022, tuvo una inversión de 230 millones de pesos, intervino 87 metros lineales de mejoramiento vial, beneficiando a dos mil habitantes directos, y, en consecuencia, a casi 100 ciclistas que hacen uso diario de este sector para practicar su disciplina deportiva.
Dentro de las actividades técnicas desarrolladas denotan la conformación y nivelación de la calzada, la construcción de muros de contención, alcantarilla y disipadores, así como la placa huella con cuneta y bordillo en concreto.
Para el alcalde Beltrán Martínez, “este es un logro, poder pavimentar más de 85 metros lineales, y mejorar una vía que estaba completamente desbaratada; a diez meses de gobierno ya le cumplimos en gran parte a la comunidad con lo que había quedado abandonado”.
Y es que, a corte de hoy el municipio ha entregado más del 60 % de obras que había recibido sin concluir en el mes de enero de 2024; su objetivo se basa en agilizar las obras y garantizar la idoneidad que requiere la comunidad.