Por: Diego Ruiz Thorrens/ El día 8 de marzo de 1908, 129 mujeres murieron abrasadas en el interior de la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, luego de declararse en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Este transcendental hecho marcó la historia del trabajo y de la lucha sindical en el mundo entero. Por ello, el 08 de marzo fue declarado oficialmente como el Día Internacional de la Mujer por las Naciones Unidas en 1975. Dos años después, se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. La fecha resalta las reivindicaciones y la constante lucha de las mujeres por la igualdad de oportunidades respecto de los hombres.
En el año 1995, en el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (China), se crea La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (Plataforma de Acción de Beijing), siendo hasta el momento el programa más visionario para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo. La Plataforma de Acción de Beijing, adoptada por 189 gobiernos, busca “tomar medidas audaces y estratégicas en 12 esferas de especial preocupación: pobreza, educación y capacitación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder y toma de decisiones, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente, y las niñas” (ONU Mujeres). Esto significa que Los derechos de las mujeres son derechos humanos y los derechos humanos son derechos de las mujeres (Declaración de Beijing, 1995).
En tiempos de pandemia, uno de los grandes retos que enfrentan miles de mujeres tiene que ver con una abrumadora brecha, resultado de la falta de oportunidades, que les impiden acceder a la oferta laboral. Esta brecha es sumamente grave, dado que la pandemia y las medidas de prevención contra el Covid–19 como fueron el aislamiento y distanciamiento social obligatorios potenciaron escenarios de inequidad y de exclusión, incrementando la violencia sexual y la violencia intrafamiliar.
Como menciona el artículo de ONU Mujeres ‘La pandemia en la sombra: violencia contra las mujeres durante el confinamiento’: “Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia sexual o física, en su mayoría, por parte de su pareja. La violencia contra las mujeres y las niñas constituye una violación de los derechos humanos.
Desde que se desató el brote de Covid-19, los nuevos datos e informes que presentan quienes están en primera línea revelan que se ha intensificado todo tipo de violencia contra las mujeres y las niñas, sobre todo, la violencia en el hogar”.
Campaña “La pandemia en la sombra” / (Ver video)
En Colombia, las cifras también son preocupantes. En su boletín titulado ‘La pandemia antes del Covid–19: Violencias hacia las mujeres y niñas en durante 2019 y 2020 en Colombia’, la organización Sisma Mujer publicó la siguiente información:

Por esta razón, conmemorar el día internacional de la Mujer debe acercarnos ante el cumplimiento de los compromisos que tiene nuestro país con todas las mujeres, compromisos que urgentemente necesitan ser materializados. Garantizar y brindar acceso a los distintos escenarios laborales quizá sea el principal, seguido de la real promoción y protección de los derechos humanos de todas las mujeres. La deuda que tiene el actual gobierno con las mujeres es sumamente grande, especialmente, porque con el pasar de los días, la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres en todos los ciclos vitales viene en constante aumento, disminuyendo las oportunidades de alcanzar la equidad e igualdad.
Para nadie es un secreto que tenemos un gobierno que tiende a revictimizar a las víctimas, y que en escenarios de violencia intrafamiliar prefiere la ‘conciliación’ entre víctima y victimario con fines de defender y preservar lo que muchos de ellos entienden por ‘familia’, que buscar mecanismos que garanticen la protección de la mujer previniendo actos que puedan desencadenar en más violencia o incluso en un feminicidio.
Sabemos también que por más que existan leyes que promuevan la protección de las vidas de las mujeres, sus alcances y la respuesta legal carecen de impacto. En Colombia, el camino que actualmente enfrentan muchas mujeres para lograr la igualdad y la equidad conlleva superar muchas barreras. Por cada logro que han conquistado las mujeres, 3 de ellos pueden verse derrumbados en un futuro.
Existen miles de razones para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y una forma de manifestar el verdadero compromiso con las mujeres es romper de una vez con todas cada uno de aquellos procesos que promueven la inequidad y la exclusión, construidas en base de una cultura de la exclusión, del machismo y del patriarcado.
Sea esta la razón por la cual tampoco deberíamos permitir que una fecha tan importante termine desdibujada bajo absurdas celebraciones que parecieran tener como fin darle un estacazo final. Es nuestra responsabilidad educar a la sociedad y a las futuras generaciones para así mantener encendida la memoria de las luchas que siguen alcanzando las mujeres.
Recordar y conmemorar es sumamente importante, especialmente porque en nuestro país, cada día que pasa, cada momento que se respira, la realidad se convierte en un escenario agreste y peligroso para muchas mujeres en distintas regiones de nuestro país.
*Estudiante de Maestría en Derechos Humanos y Gestión de la Transición del Posconflicto de la escuela superior de administración pública – ESAP Santander.
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