«La COP16 fracasará aunque militarice con gringos (estadounidenses) la ciudad», escribieron los guerrilleros del Estado Mayor Central (EMC), en un mensaje en la red X dirigido al presidente Gustavo Petro.
La cumbre se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre bajo robustos dispositivos de seguridad a cargo del Estado colombiano y policías de la ONU.
Pero una escalada de violencia y ataques con explosivos del EMC en poblados cercanos tienen en alerta a las autoridades.
«Su misión Cauca fracasará sin que movamos un dedo, simplemente, el Cauca y Colombia están asqueados de los planes cívico-militares disfrazados de acciones de desarrollo», añadieron los guerrilleros que se apartaron del Acuerdo de Paz de 2016, en su mensaje también compartido en un chat de periodistas.
Más temprano el ministro de Defensa, Iván Velásquez, junto a los altos mandos de la fuerza pública, había anunciado la intensificación de las operaciones contra la escisión apartada de las conversaciones.
«Vamos a neutralizar a todos aquellos individuos que no se acojan al proceso de paz», advirtió también el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides.
Paz fragmentada
El EMC se dividió en dos en abril, cuando el comandante alias ‘Iván Mordisco’ se levantó de la mesa de negociaciones con los delegados del presidente izquierdista: un 50% de los combatientes aún obedece a sus órdenes y el otro 50% sigue firme en su voluntad de firmar la paz.
Según cálculos independientes, unos 2.000 combatientes están al mando de ‘Iván Mordisco’ y son los principales responsables de la ola violenta que golpea el suroeste del país.
La COP16 -escenario para que líderes mundiales discutan sobre el futuro de la biodiversidad del planeta- es un evento internacional clave de la gestión de Petro, firme defensor de la naturaleza.
En mayo, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dijo que el Gobierno evaluaba la situación de orden público en el departamento del Valle del Cauca, cuya capital es Cali, y el vecino Cauca con miras a la COP16.
En ese momento, los rebeldes del EMC realizaron un atentado con una motocicleta bomba en la localidad de Jamundí, a 18 kilómetros de la sede de la cumbre en una semana de acciones violentas que dejaron varios civiles y policías muertos en diferentes poblados.
Las Fuerzas Militares respondieron a los ataques cerca de Cali desplegando una megaoperación con al menos 6.000 soldados en Cauca.
Este martes, el Gobierno extendió por tres meses el cese al fuego bilateral con la escisión del EMC que se mantiene en la mesa de negociaciones, integrada por los frentes ‘Gentil Duarte’, ‘Jorge Suárez Briceño’ y ‘Raúl Reyes’.
Además de buscar el sometimiento de numerosos grupos criminales, el Gobierno colombiano enfrenta e intenta negociar con cuatro guerrillas: el EMC, su escisión, la Segunda Marquetalia -que firmaron el acuerdo de 2016 pero volvieron a las armas- y el ELN.
En junio, el Gobierno anunció que reforzará con 5.600 policías y soldados la ciudad de Cali, para un total de 12.000 uniformados disponibles durante la cumbre de la ONU.
Bajo el mando de ‘Iván Mordisco’, el EMC se financia del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal, principalmente en la región del Pacífico y en la Amazonía.
En los departamentos de Valle del Cauca y Cauca están sembradas casi 29.000 hectáreas de hoja de coca, base para el procesamiento de cocaína, según un balance de la ONU de 2022.
Hasta el momento, las autoridades sostienen que no contemplan cambiar la sede de la COP16, que recibirá por lo menos 12.000 visitantes, expositores y diplomáticos de 90 países, aunque concejales locales han llamado recurrentemente la atención sobre el riesgo que representan los diversos ataques de los disidentes.
