Para Angélica Yaneth Vidal Hernández, Directora de la Fundación Unioriente, “el espíritu emprendedor, heredado de mi familia, ha sido la base fundamental que ha moldeado mi visión profesional y mi capacidad de liderazgo.
Esta herencia me ha proporcionado las herramientas y perspectivas necesarias para impulsar proyectos innovadores desde el ámbito educativo, permitiéndome transformar la manera tradicional de ver la educación en nuestra región”.
Ese impulso emprendedor se materializó de manera significativa al contribuir a la fundación y liderar la Unidad Tecnológica del Magdalena Medio (UTEM), una institución que, junto con mi rol en UNIORIENTE, ha ampliado el alcance de nuestra misión educativa en la región, creando nuevas oportunidades de formación y desarrollo para nuestra juventud”.
Así lo cuenta Angélica Yaneth Vidal Hernández – Directora de la Fundación Educativa del Oriente Colombiano (Unioriente), para quien tiene entre sus logros más significativos “la puesta en marcha de programas educativos inclusivos que han democratizado el acceso a la educación superior, la creación de metodologías adaptadas a las realidades locales y el establecimiento de sistemas de apoyo para estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos. La fundación de UTEM representa un hito particular en mi trayectoria, pues significa la materialización de una visión emprendedora en el sector educativo, complementando y expandiendo la labor iniciada en UNIORIENTE. Mi participación activa en mesas de trabajo en Barrancabermeja, junto con mi rol como conferencista y consultora en diversos espacios educativos, ha permitido implementar iniciativas que conectan efectivamente la educación con el desarrollo regional. Estos logros son particularmente importantes por su capacidad de generar un impacto duradero y multiplicador, creando un ecosistema de transformación social a través de la educación”.
“Aunque mi carrera se ha desarrollado principalmente en roles institucionales, el enfoque emprendedor ha sido fundamental para innovar y generar cambios significativos desde dentro del sistema educativo. La creación y dirección simultánea de dos instituciones educativas demuestra que el verdadero espíritu emprendedor puede manifestarse de diversas formas, siempre que esté orientado a crear valor y generar impacto positivo en la sociedad. Cada proyecto implementado y cada programa desarrollado en ambas instituciones lleva consigo la semilla del cambio, una semilla que, alimentada por el compromiso con la calidad y la excelencia, se convierte en oportunidades reales para nuestra juventud. Esta combinación de espíritu emprendedor y compromiso educativo ha sido clave para alcanzar posiciones de liderazgo que me permiten materializar la visión de una educación transformadora y de calidad en nuestra región”, dijo.
Angélica contó que su familia “está cimentada en un legado de amor, solidaridad y vocación de servicio, construido por mis padres: Jorge Vidal Díaz y Ruby Hernández. Mi padre, ingeniero apasionado por la educación y visionario, me enseñó con su ejemplo que la verdadera grandeza reside en servir a los demás, recordándome siempre que el éxito se mide por el impacto positivo que dejamos en las personas. A través de su trabajo en la educación, logró irradiar estos valores, transformando vidas y dejando huellas imborrables en quienes lo rodeaban. Mi madre, una líder innata que trascendió su rol familiar, dedicó su vida a apoyar activamente a familiares, vecinos y diversas organizaciones. Siempre dispuesta a escuchar, aconsejar y buscar soluciones concretas, su capacidad de liderazgo, empatía y sensibilidad social marcaron profundamente mi visión y compromiso con la comunidad, modelo que sigo en mi vida profesional y personal. Junto a mi padre, cofundó UNIORIENTE, un proyecto que refleja su compromiso con el bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad”.
Son tres hermanos: Jorge Iván, Laura Lorena y Angélica, “unidos por lazos que van más allá del parentesco, compartiendo una visión común de solidaridad y apoyo mutuo. Hoy, disfruto plenamente mi rol como tía presente y cariñosa de tres maravillosos sobrinos que llenan nuestro hogar de alegría y esperanza, Jorge Gabriel, Jorge Santiago y Salvador Martín. Aunque nuestros padres ya no están físicamente, su legado sigue vivo en cada decisión familiar y profesional que tomamos. Su ejemplo nos ha inspirado a comprometernos con proyectos sociales y educativos, buscando siempre contribuir al bienestar de nuestra comunidad y transmitir estos valores a las futuras generaciones”.
Angélica hizo sus estudios primarios en el colegio Ferticol, “institución que me brindó una base sólida en valores, conocimientos y habilidades fundamentales para mi desarrollo personal y académico. Completé mis estudios secundarios en el Instituto Antonio Nariño, donde adquirí herramientas más específicas que me ayudaron a fortalecer mis capacidades analíticas, comunicativas y de trabajo en equipo. La importancia de estos estudios radica en que, además de proporcionarme una educación integral, fomentaron en mí la disciplina, la responsabilidad y el deseo de superación. Además, los aprendizajes adquiridos en esta etapa formativa sentaron las bases para mi preparación académica superior y para el desarrollo de competencias que hoy aplico en mi carrera profesional”.
Dijo que su camino en la educación superior inició “con la Ingeniería Agroindustrial en el Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ), donde me gradué en 2002. Esta elección estuvo motivada por mi profundo interés en combinar la ingeniería y la tecnología, particularmente en el sector agroindustrial. Desde joven, desarrollé una clara consciencia sobre la importancia de la producción sostenible y la gestión eficiente de los recursos, lo que definió mi orientación profesional. Si bien la decisión fue principalmente personal, no puedo dejar de reconocer la influencia de mi familia y los valores que me transmitieron, como la importancia de la educación y el compromiso con el desarrollo sostenible, jugaron un papel decisivo en esta elección. Mi compromiso con la educación me llevó a cursar una Especialización en Gerencia de Instituciones de Educación Superior en la Universidad Santo Tomás, Seccional Bucaramanga, culminada en 2011. Esta decisión surgió de mi deseo de contribuir significativamente al ámbito educativo y de trabajar en el mejoramiento de la calidad de la educación superior en mi comunidad. Durante la especialización, adquirí herramientas valiosas para comprender y gestionar los desafíos específicos que enfrentan las instituciones educativas. Me encuentro próxima a culminar la Maestría en Administración y Dirección de Empresas – MBA en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, un paso más en mi desarrollo profesional que responde a la necesidad de fortalecer mis habilidades administrativas y de liderazgo. Esta formación me permite adquirir una visión más amplia y estratégica del mundo empresarial, capacitándome para enfrentar nuevos retos y contribuir de manera más efectiva en mi campo profesional. Cada etapa de mi formación académica ha sido fundamental en mi desarrollo, aportando diferentes perspectivas y herramientas que han enriquecido mi capacidad para generar impacto positivo en mi entorno profesional y comunitario. Cada etapa de mi formación académica ha sido una pieza clave en mi desarrollo personal y profesional. Estas experiencias han ampliado mi perspectiva y me han proporcionado las herramientas necesarias para fortalecer mi capacidad de generar impacto positivo en mi entorno profesional y comunitario”.
Sobre su experiencia laboral, Angélica comentó que “mi trayectoria profesional comenzó en Alimentos ACO Ltda., donde me desempeñé como Supervisora de Producción en 1999. Durante este período de seis meses, mis responsabilidades principales se centraron en el control de calidad a lo largo de la línea de proceso, además de la implementación y seguimiento de buenas prácticas de manufactura, higiene y salud ocupacional. Aunque fue una experiencia relativamente breve, resultó fundamental para mi desarrollo profesional, pues me permitió comprender en profundidad la importancia de mantener altos estándares de calidad en el sector agroindustrial y adquirir experiencia práctica en el campo. La búsqueda de un mayor impacto profesional y el deseo de contribuir más significativamente al desarrollo de las personas y la comunidad me motivaron a dar un giro en mi carrera. En 2002, inicié mi labor como Docente en la Fundación Educativa del Oriente Colombiano (UNIORIENTE), en donde tuve la oportunidad de compartir mis conocimientos y experiencias, especialmente en áreas relacionadas con procesos cárnicos y control de calidad en procesos agroindustriales. Mi compromiso y dedicación me llevaron a asumir el rol de Coordinadora Académica en 2007, posición que mantuve hasta 2021, para posteriormente, en 2022, asumir el cargo de directora de UNIORIENTE, donde actualmente lidero la implementación de políticas académicas orientadas a alcanzar y mantener altos estándares de calidad educativa. Mi evolución profesional ha estado marcada por un profundo compromiso con la transformación social a través de la educación. Cada paso en mi carrera ha sido impulsado por la firme convicción de que la educación de calidad es la herramienta más poderosa para generar cambios positivos en nuestra sociedad. En mi rol actual, he tenido el privilegio de ser testigo de cómo la formación académica transforma vidas, abre nuevas oportunidades y contribuye al desarrollo de nuestra región. Este impacto social se materializa en el éxito profesional de nuestros graduados, y cómo estos se convierten en agentes de cambio en sus propias comunidades. Mi compromiso con la calidad educativa y el desarrollo integral de las personas sigue siendo el motor que impulsa mi crecimiento profesional, siempre con la visión de construir un futuro mejor a través de la educación transformadora”.
Ha recibido varios reconocimientos a lo largo de su carrera, pero destacó entre ellos “el Reconocimiento por Compromiso y Dedicación en la Mesa Sectorial de Refinación y Transporte de Petróleo, Gas y Derivados (2022-2024), otorgado por el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Este reconocimiento es un reflejo de la dedicación y contribución activa en la mesa sectorial, donde he trabajado para mejorar la calidad y la formación en el sector. Mi participación ha sido clave para conectar las necesidades del sector con la industria que benefician tanto a la educación como a la industria, impulsando iniciativas que generan impacto tanto en el ámbito académico como en el productivo. Otro de mis logros destacados ha sido mi rol como Par Evaluador de Publicaciones Científicas para instituciones como la Unidad Central del Valle del Cauca (UCEVA), el Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ), la Unidad Tecnológica del Magdalena Medio (UTEM), y la Fundación Red Colombiana de Semilleros de Investigación, entre otras. Este rol me ha permitido contribuir a la calidad de la investigación en el país, evaluando proyectos y materiales para su publicación. La confianza depositada en mí por estas instituciones resalta mi experiencia y compromiso con la educación y la investigación. Así mismo, un Reconocimiento a la Excelencia otorgado y Mención de Honor al Mérito por el Grupo de Investigación Cultura, Sociedad y Empresa (CES) de la Unidad Tecnológica del Magdalena Medio (UTEM), por el compromiso demostrado en el sector educativo. Mis logros más significativos están relacionados con la implementación de programas educativos innovadores y la creación de espacios de diálogo y colaboración en el ámbito académico. Estas iniciativas han transformado la calidad educativa, empoderando a los estudiantes y fomentando su desarrollo integral. Además, han contribuido al crecimiento profesional de mis colegas, promoviendo un ambiente de aprendizaje continuo y fortaleciendo el impacto social de la educación. En cuanto a los reconocimientos que deseo obtener, me gustaría recibir premios en Innovación Educativa, que validen mis esfuerzos en la implementación de tecnologías emergentes en la educación. También aspiro a participar como ponente en conferencias internacionales, donde pueda compartir mis experiencias y aprendizajes en educación y desarrollo profesional”.
Reconoció Angélica que “formar parte de este grupo selecto de las Superpoderosas es un gran honor y considero que varios aspectos me otorgan este privilegio. En primer lugar, mi compromiso con la educación es fundamental. He tenido el privilegio de contribuir a la formación de más de 4.000 egresados en UNIORIENTE, quienes han aportado a más de 100 empresas de diferentes sectores a través de convenios de colaboración, estrategias de aprendizaje y otros proyectos. Este enfoque me ha permitido impactar positivamente en la comunidad y contribuir al desarrollo de futuros líderes. Otro aspecto que me distingue es mi capacidad de innovación. Mi disposición para implementar nuevas metodologías en el ámbito educativo ha sido fundamental para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Siempre busco adaptarme a los cambios y desafíos del entorno, lo que me permite estar a la vanguardia y ofrecer lo mejor a mis estudiantes y colegas”.
Asegura también que “mi experiencia en colaboración y trabajo en equipo ha sido clave para construir redes de apoyo y cooperación con diferentes instituciones y actores del sector educativo. Esta habilidad para trabajar en conjunto ha fortalecido mis proyectos y ha generado un impacto más amplio en la comunidad. Cuento con una planta docente comprometida que aporta desde lo humano y genera un empleo digno para los docentes que forman parte de la familia UNIORIENTE. Esta dedicación y soporte mutuo crean un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento. Estos aspectos, combinados con mi dedicación y perseverancia, me hacen sentir privilegiada de ser parte de este grupo de Superpoderosas, donde puedo seguir inspirando y motivando a otros en su camino hacia el éxito”.
Recomendó Angélica que “es fundamental que las mujeres que están iniciando su camino personal, profesional o laboral confíen en sí mismas. La confianza en sus habilidades y en su potencial es clave para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades. Reconocer sus logros, por pequeños que sean, le ayudarán a mantener motivada y a avanzar con determinación. Definir metas claras también es esencial. Establecer objetivos a corto y largo plazo le permitirán mantener el enfoque y la motivación. Escribir las metas y revisar el progreso regularmente le ayudará a seguir en el camino correcto y a ajustar las estrategias cuando sea necesario. Buscar mentores es otra recomendación valiosa. Encontrar personas que le inspiren y que puedan ofrecerle orientación. Un mentor puede brindarle consejos prácticos, compartir experiencias y ayudarles a navegar en la carrera, lo que puede ser especialmente útil en los primeros pasos de la trayectoria. La formación continua es crucial en un mundo en constante cambio. Nunca dejar de aprender; participar en cursos, talleres y seminarios que le ayuden a desarrollar nuevas habilidades y a mantener actualizada en el campo. La educación es una herramienta poderosa que le permitirá crecer tanto personal como profesionalmente. Además, construir redes de apoyo es fundamental. Rodearse de personas que compartan los intereses y valores. Las redes de apoyo son esenciales para el crecimiento y la colaboración. Participar en grupos y comunidades que fomenten el empoderamiento femenino pueden abrirle las puertas y ofrecerle oportunidades valiosas. No teman al fracaso. Este es una parte natural del proceso de aprendizaje. Si enfrentan obstáculos, no se desanimen; cada experiencia, ya sea positiva o negativa, le brinda lecciones valiosas. Aprende de sus errores y seguir adelante con la cabeza en alto. Priorizar el autocuidado. Cuidar de sí misma, tanto física como emocionalmente, es esencial para mantener un equilibrio saludable entre la vida personal y profesional. Dedicar tiempo a sus necesidades le permitirá ser más resiliente y efectiva en todos los aspectos de su vida”.