Por: Roberto Aponte/ Faltan seis días para que se termine el año y personas excesivamente nostálgicas como yo tienden a recordar todo lo ocurrido. Pero en esta ocasión el significado es mucho mayor ya que significa el fin de una década o en términos contemporáneos lo que podría considerarse una era.
Diez años es suficiente para presenciar grandes cambios, que empiezan como pequeñas situaciones que se acumulan hasta formar una gran bola de nieve y de esta forma manifestar un gran fenómeno.
Y el gran cambio que ha presentado Colombia en esta época, han sido las migraciones. Un gran desafío que ha obligado al país a tomar medidas de adaptación y de esta forma poder suplir las necesidades básicas de todas las personas que llegan.
A lo que voy es, considerar aquellas pequeñas manifestaciones que se presenten a inicios de la nueva década o en su defecto en lo que queda de este año, pueden marcar un rumbo que se extienda a largo plazo.
El caso de Venezuela puede parecer solo problema del vecino, pero ha causado un notable impacto en nuestro país, por lo que mantener atentos a aquellos acontecimientos mundiales, en lo político, social o económico.
Dichas eras se caracterizan por el componente histórico, pero la naturaleza siempre mantendrá su referente. A pesar de eso estamos siendo testigos del cambio climático y durante esta década por lo mismo se han planteado estrategias para mitigar sus efectos. Y aun, el año siguiente, estos desafíos darán de que hablar ya que este es un tema que cada vez empieza a reclamar la importancia que se merece.
Colombia tiene el compromiso de reducir los Gases de Efecto Invernadero, la causa de este aumento en nuestro país es debido a la deforestación, por lo que se deduce que algunos modelos económicos no están siendo sostenibles y por lo tanto no coinciden con los objetivos planteados.
El avance del cambio climático puede manifestar ciertas vulnerabilidades en el territorio santandereano y una de estas es la disposición de recurso hídrico. Teniendo en cuenta que actualmente haya municipios que tengan poco acceso al agua, de intensificarse esta situación el panorama sería aún peor.
Otras consecuencias del cambio climático pueden manifestarse en el ámbito de salud con el aumento de enfermedades tropicales como el dengue. También hay que tener en cuenta la gestión del riesgo, con la cual diezmar el efecto de sequias o deslizamientos.
Por eso es necesario pensar si en la siguiente década, será esa era donde el ser humano cambiará de paradigmas, y empezar un nuevo estilo de vida donde en una empresa será más importante el análisis de ciclo de vida que las ganancias producidas. Hay que recordar que la presencia de bosques aumenta la capacidad de adaptación hacia los efectos del cambio climático y también utilizar plantas que tengan mayor capacidad de adaptación ante las nuevas condiciones.
Para lograr esos objetivos, la pregunta es ¿cómo el ser humano empleara sus conocimientos? ¿cómo serán los avances científicos en la siguiente década? ¿Se utilizarán adecuadamente los recursos naturales que ya poseemos?
La pregunta es si Santander se mantendrá estable a pesar de los retos que se avecinen o en su defecto está será la región que generara grandes cambios en el mundo.
En mi caso está década fue de notable progreso, ya que con el paso de los años me siento más satisfecho y conforme conmigo y todo eso debe a las enseñanzas de la vida, a ver nuevas perspectivas y ampliar horizontes. Es difícil pensar en el lugar que vas a estar con el paso del tiempo, ya que no me imaginaba que tendría un espacio para hablar de mi pasión, los árboles. Más que todo agradezco su apoyo. En la siguiente década habrá nuevos desafíos de los cuales hablar.