Por: Laura María Jaimes Muñoz/ Si, debemos hablar de cuales estrategias debemos poner en práctica que nos permita bajar los niveles de ansiedad y estrés en esta situación de Covid-19, siendo necesario saber cómo es el impacto de una enfermedad en el sistema familiar en el cual siempre debe evaluarse desde el marco de los cambios en las relaciones, la comunicación, las tareas y los roles.
De esta manera logramos tomar conciencia y saber que un estado de ansiedad la persona puede manifestarse sintiéndose tenso, con sobresaltos e irritable y puede llegar a mantener una actitud de aprehensión con sensación de que algo grave asecha, en este estado se genera dificultades de atención y concentración, alteración en el orden de ejecución de tareas habituales y una sensación de fatiga permanente.
Es aquí donde debemos estar atentos pues la ansiedad generada por la sobreinformación que tenemos del manejo del virus “nos vuelve locos” y el estado de tensión permanente dificulta mucho más poner atención a las recomendaciones y más aún puede llevar a trastornos del sueño y manifestaciones fisiológicas como la agitación, temblor, fatiga muscular, sobre saltos e incapacidad para un descanso o una relajación adecuada, que nada tiene que ver con los síntomas de Covid-19.
Teniendo en cuenta estas afirmaciones la ansiedad puede ser mal-adaptativa o condicionada que traduce al miedo absurdo, lo que puede conllevar a un trastorno de pánico, entonces uniendo todas las situaciones que se presentan en este momento con respecto al manejo de esta enfermedad, los profesionales de la salud nos han informado de manera correcta que hacer en caso de tener los síntomas reales de la enfermedad y a su vez manifiestan ¡por favor, quédate en casa!
Todos tenemos claridad y somos conscientes que Colombia nuestro país no está preparado para afrontar esta grave enfermedad que está cobrando muchas vidas en el mundo, es mas en países tercermundista no han logrado controlarlo porque la salud está colapsada.
Nosotros tenemos conciencia que la salud efectivamente ha colapsado hace mucho tiempo, es más podemos observar las clínicas en todo del país que nos atendieron y las llamamos “Saludcoop” hoy en abandono total, que ironía cuando en estos momentos se requieren para atender a los pacientes que se presentan día a día, pero esas construcciones lamentablemente se deterioran y nadie hace nada – lo único que sabemos es que las cerraron porque las están investigando- y los “jodidos” somos los ciudadanos de a pie, llevando las consecuencias de unos que se “robaron la plata” .
Dicho esto, todos reconocemos que no hay UCI para pacientes que sufren un accidente de tránsito lo cual es lo mínimo con respecto al número de personas atendidas, ahora bien, mucho menos para atender 50 o 60 pacientes en el mismo instante que necesiten una atención de cuidados intensivos, por esto debemos actuar de manera inmediata, es más el gobierno debe actuar de manera inmediata, porque ello sabe muy bien lo que podría pasar si no frenamos la cadena de contagio.
Se que si tenemos en cuenta el concepto de desesperanza que se presenta cuando una persona es sometida en forma repetida a estímulos desagradables que no puede ni predecir, ni controlar, la persona se resigna y se deprime y se presenta la tendencia a percibir que las cosas están fuera de su control (Seligman) sí podemos también deprimirnos, pues debemos cambiar nuestro estilo de vida, nuestros hábitos, nuestras costumbres y la realidad es que este virus esta fuera de nuestro control, dejemos que quienes tienen el liderazgo en ese momento mal o bien tomen el control.
Nosotros debemos actuar y gracias a Dios hemos afrontado muchas situaciones difíciles donde precisamente no hemos tenido el mejor respaldo, “es más sálvese quien pueda” si, las guerras, el narcotráfico, el dinero rápido, la delincuencia, la falta de atención a la población vulnerable, la muy notoria desigualdad social y la corrupción nos ha llevado a ser resilientes, y esto ha permitido desarrollar en nosotros habilidades de afrontamiento para sobrevivir a tanta crueldad, porque también sabemos el gobierno actúa de manera lenta a pesar de las recomendaciones de los profesionales de la salud que piden a “gritos” una cuarentena nacional, mientras tanto ¡cuidémonos nosotros mismos¡
Entonces, si queremos bajar los niveles de ansiedad debemos hacer un plan para cortar la cadena de contagio ¿cómo? Estas son las recomendaciones:
1. Ser solidarios, significa evaluar los roles, saber quién sale, quien trabaja, si hay adultos, quien hace sus diligencias, comprar lo necesario, pensar en el otro, lo que significa que hay factores de riesgo, auto aislarme y autocuidarse esto ayudará a nuestros profesionales de la salud puedan atender a personas que estén muy pero muy enfermas.
2. Hacer caso, es asumir la responsabilidad de cumplir las normas y reglas que el gobierno está implementado para minimizar el riesgo, tomar las medidas de prevención y protocolos para llegar a casa y para salir cuando es estrictamente necesario, así cortamos la cadena de contagio.
3. Reencuentro familiar en este momento de aislamiento social debemos realizar con la familia una rutina día a día, planear esto perimirá mejorar las relaciones con nuestros seres queridos y mejorar comunicación, esta rutina o lista debe incluir la organización de la casa, la preparación de las comidas saludables, una película, bailar, cantar, hacer ejercicio, dormir sí dormir y demás actividades que se te ocurran.
Esto permitirá que logremos unir esfuerzos para combatir el virus, con una regla fundamental, no quebrantar tu propia rutina.
Debemos tomar en serio este virus y así poderlo superar de manera positiva. Es el momento de quedarse en casa.
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