“Muchas personas han encontrado en sus casas cosas que no necesitan y que las compraron por un impulso o por una promoción”, escribió en Portafolio este martes 7 de julio de 2020 el Presidente de la Junta Directiva de Radar, Camilo Herrera Mora, en una parte de su columna de opinión.
¿De qué viven los empresarios? Pecaré de simple: De comercializar lo que producen, de vender a mayor precio lo que compran, de comprar un bulto de algodón y transformarlo en camisas y vender esas camisas.
¿Quién compra? También seré simple: todo el mundo.
¿Cuándo se compra más? Cuando se tiene plata, cuando llegó un dinero extra por una comisión, cuando le suben el salario, cuando le pagan la prima, cuando saca los ahorros, cuando hay promociones, cuando rebajan los impuestos.
Por amor al descuento
Escribió el diario La República que la “facturación en el primer día sin IVA aumentó 284 % y las ventas subieron hasta el 70 por ciento”. Eso fue el tres de junio de 2020, el día sin IVA, cuando iban varias semanas de cuarentena y de que mucha gente por estar confinada no había podido trabajar y no tenía ingresos recientes.
Dice La República, “la primera jornada sin pago de impuesto fue criticada por las aglomeraciones, sin embargo, dejó cinco billones de pesos en ventas”. Cuando se suponía que no había plata y lo urgente era la comida.
En las compras de los cinco billones de pesos realizadas por los colombianos en plena pandemia, “la categoría ganadora -escribió La República- fue electrodomésticos y tecnología. Los productos más demandados fueron: televisores, computadoras, neveras, tablets y celulares. De acuerdo con Redeban, la compra de electrodomésticos tuvo un alza de 1.262 % en el número de transacciones”.
Nadie lo entendió
Lo escribió La República pero también lo dijeron casi todos los medios de comunicación porque esa fue la realidad. Es probable que hoy la gente no tenga arroz, pero tiene un televisor o un celular de última generación.
O como decía Herrera Mora allá al comienzo: “Muchas personas han encontrado en sus casas cosas que no necesitan y que las compraron por un impulso o por una promoción”.
La Cámara de Comercio de Bucaramanga realizó los días 9 y 10 de junio de 2020 la encuesta “Reactivación productiva en Santander” con el objetivo de “medir el impacto de las medidas de aislamiento preventivo impuestas por el gobierno nacional en las empresas registradas en la Cámara de Comercio de Bucaramanga – CCB -”.
La Técnica de recolección: CAWI (Computer Assiste Web Interview), se envió el cuestionario a todos los empresarios registrados en la CCB. El tamaño de la muestra: En total 856 encuestas a empresas registradas en la CCB.
El Tipo de muestreo: Aleatorio simple. El Margen de error: Nivel de confianza 95 por ciento, y error de muestreo 5 %. La Empresa que realizó la encuesta: Eureka Group.
La anterior es parte de la Ficha Técnica, lo que le da credibilidad a la encuesta y nos pone en contexto de quiénes contestaron y cuántos.
Alivios tributarios
Una de las preguntas realizada determinó que el 55 por ciento de los encuestados mantendrá su negocio en operación durante el resto del año si entre las medidas de la administración local se contemplan los alivios tributarios.
Por eso comenzamos con el tema del IVA. Si la reacción de la gente es comprar, pese a que no ha tenido ingresos por meses, y comprar no necesariamente lo mínimo vital, sino comprar un computador porque hay un descuento, es posible que los comerciantes y los empresarios tengan la misma reacción.
“Ayúdeme, déjeme trabajar y yo mantengo el nivel”. Nivel que puede ser de trabajadores, de generar empleos indirectos, de comprar y vender, y al final pues tener el dinero para pagar los impuestos. Pero en principio deme una gabela para volver a respirar.
Un alivio tributario, eso lo pidió el 55 por ciento de los encuestados al Gobierno. Si se da esa rebaja, los empresarios pueden reaccionar en cadena y recuperarse más pronto.
El milagroso 2,3%
En otro aspecto, por razones obvias, el ítem “Muy Afectado” se llevó el primer lugar con el 70 % al preguntarse “¿Qué tan afectada se ha visto su operación durante la coyuntura ocasionada por el Covid-19”? Y solo el 2,3 % respondió que en nada afectado.
Una situación muy dolorosa y es evidente en muchos sitios de la ciudad es la que preguntaba “¿En qué rango de actividad productiva se encuentra hoy en su empresa?”. El 26.3 % está cerrado. El 34 % no pasa del uno al 20% de actividad, el 18,6 está apenas entre el 20 y el 40 %. Y solo el 3,3 % está entre el 80 y el 100 %.
Dentro de las empresas que continúan o continuarán en actividad, es decir que no se cerrarán, está el 49 por ciento. Milagrosamente o preventivamente el 49 por ciento estableció directrices desde antes. El 23% no cierra por consejos de colegas empresarios, y el 16 por ciento se mantiene por asesoría externa.
Un día muy, muy lejano
El 66 %, si sumamos tres ítems parecidos, considera que solo hasta dentro de uno o dos años podría recuperar el nivel de ingresos que tenía antes del aislamiento.
Es evidente que quienes ya reactivaron están más optimistas, quienes están en proceso de reactivarse tienen esperanzas y que algunos sectores ven que ni pronto ni tarde para volver a estar como estaban.
Dicen los emprendedores que lo mejor es reinventarse, pero se esperan ayudas, porque no a todos se les alborota la inventiva.
El 30 por ciento de los encuestados respondió que no piensa invertir en estos momentos para seguir adelante con la compañía. El 27% piensa en la bioseguridad para reactivarse o seguir activo si ya reinició.
El 27 % invertirá en call center y el 24 % lo hará en un sitio web para comercio electrónico.
El Gobierno y la Cámara de Comercio Electrónico destacaron que en el segundo día sin IVA las compras electrónicas tuvieron un aumento exponencial.
No dieron las razones, pero una es evidente, si no se tiene opción de comprar en persona, se hace por internet. La otra razón puede ser la necesidad de que Colombia empiece a fomentar y a creer en ese comercio.
Pero al colombiano le gusta tocar, mirar, probar, antes de comprar y eso por internet es más difícil. Pero ese día se pudo, así que esos negocios que invertirían en esos espacios electrónicos pueden marcar las líneas de la nueva autopista.
Los que se reinventaron
En esa pregunta solo el 23 % de los encuestados contestó que invertiría en la innovación en productos o servicios. Algunos ya lo hemos visto, se transformaron. Las discotecas ahora son espacios para comprar las verduras, los hoteles empujaron con fuerza su gastronomía para mantener un ingreso con las ventas de comida a domicilio, las tabernas se volvieron tiendas de barrio y entre el surtido está la variedad de tapabocas, alcohol, gel y máscaras de protección.
Los que saben hacer pan volvieron panadería la casa y empezaron a vender a domicilio. Los tamales y las comidas rápidas también se llevan hasta la puerta de la casa por domiciliarios que antes eran dependientes en un hotel o en una discoteca, o por personas que salieron a buscar comida porque a la casa nunca llegó el mercado por no ser población vulnerable, ni tener sisben, ni estar en ningún grupo que merezca ayuda.