Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Hablar de la historia municipal de Barrancabermeja requiere como punto obligado de partida, la relación entre la génesis de la ciudad y la industria petrolera.
La emergencia de Barrancabermeja como municipio está asociado a los asentamientos de las explotaciones petrolíferas, su nacimiento como ente municipal, este ligado a una serie de presiones de la Tropical Oil Company (Troco).
La consolidación del municipio estaría estrechamente conectada con la Concesión De Mares, la cual configuró un espacio social de enclave económico. La Concesión De Mares constituye uno de los “hoyos negros” del derecho en Colombia, su proceso jurídico estuvo plagado de irregularidades, una de las más peculiares fue como su extensión territorial en menos de medio siglo, pasó de ser 512.000 hectáreas a más de 1.300.000 hectáreas.
La Concesión, aunque no significaba adjudicación, tenía carácter de arriendo con rasgos de extraterritorialidad, imponiendo el desarrollo de una economía de enclave marcada por un proceso de segregación social a través de la imposición de una malla a que dividiría la ciudad del complejo industrial.
Fueron cinco (5) las concesiones para la explotación de hidrocarburos en el subsuelo del Magdalena Medio:
- Troco (Concesión De Mares)
- Texas (Concesión del Territorio Vásquez en Puerto Boyacá)
- Shell Condor (Concesión Campo Casabe, en el hoy municipio de Yondó)
- Socony (Concesión en Cantagallo)
- Colpet (en San Pablo y Simití).
La Concesión De Mares estaba compuesta por dos campos productores: Infantas y la Cira, descubiertos en 1918, con un área de 160 km2, solo constituían el 1,5% del área total, quedando sin usar el 98,5%, configurándose de plano la estructura urbana y rural del territorio.
Un año después de la inauguración de la refinería de Barrancabermeja (18 de febrero de 1921), el 26 de abril de 1922, nace el municipio de Barrancabermeja, que desde su creación como municipio hasta finales de la década de los 60, desarrollaría su historia urbana en sincronía con la historia de la Concesión De Mares.
La organización del espacio urbano, el diseño y el desarrollo de la naciente Barrancabermeja quedarían hipotecadas a la Troco, produciendo un desdoblamiento en la ciudad que generaría dos habitas especializados y diferenciados: un centro extractivo y de refinación y un centro administrativo, fluvial y comercial.
La apertura de la explotación petrolífera, presionó una dinámica migratoria que consolidó un crecimiento urbano espectacular, que transformó el hábitat, consolidando los “barrios obreros” que nacen como tugurios o asentamientos subnormales.
La ciudad se encontraba desdoblada por la malla, expresando las tensiones entre la ciudad industrial y la ciudad obrera, esta dicotomía espacial introdujo todo un imaginario social que, hasta hoy en día, no se ha podido superar en el Puerto Petrolero.
La “ciudad industrial” estaba compuesta por los campamentos de la petrolera, los centros de extracción y refinación; la “ciudad obrera” estaba habitada por los nativos, colonos, obreros, prostitutas, lavanderas, braceros y macheteros.
La dicotomía espacial convierte a la “ciudad obrera” en una olla de presión, producto de las reivindicaciones por el derecho a la vivienda digna, debido a que las condiciones de la ciudad hacia afuera de la malla eran deplorables.
El establecimiento de campos petroleros y centros de extracción, incrustados en el perímetro urbano, daba la sensación de desarrollo en la ciudad ya que la petrolera dotaría de servicios y equipamientos a todas sus dependencias; no obstante, los de afuera de la malla, no contaban con los mínimos servicios y la municipalidad era incapaz de afrontar la misión.
Tras la reversión de la Concesión De Mares como producto del proceso de nacionalización liderado por el sindicato de trabajadores, la Unión Sindical Obrera (USO) se gestaría la creación de Ecopetrol quien entraría a reemplazar a la Troco.
Este cambio no se vería reflejado en el espacio urbano de Barrancabermeja, donde la dicotomía espacial subsistiría: “El Estado Ecopetrol dentro del Estado Municipal de Barrancabermeja”, manteniendo la división espacial: Directivas, Subdirectivas y Supervisores habitan el área enmallada; obreros y trabajadores habitan la ciudad.
Durante los 70´, 80´, 90´ y la primera década del siglo XXI subsistiría la idea de que los hábitats al interior del complejo de la refinería: Club Miramar y los Barrios 25 de agosto, Yariguies y el Rosario, conservan ese aire de espacios de privilegio.
Sin embargo, lo que se advertía como un espacio de privilegiados, es en realidad un área de exposición constante a las emisiones atmosféricas contaminantes de la refinación de hidrocarburos, como lo advierte el más reciente estudio del aire en el área de influencia del municipio de Barrancabermeja.

Y es que la ubicación de estos barrios y espacios de recreo para los trabajadores directivos en las proximidades de la factoría correspondía a una lógica propia de los Company Town.

Por Company Town, se designa a un asentamiento industrial vinculado con las lógicas capitalistas de la revolución industrial, representando un modelo urbano, construido con el propósito de conseguir la máxima concentración de capital y trabajo, mediante la articulación de viviendas, equipamientos y edificios industriales, buscando alcanzar un equilibrio social a partir de los beneficios de la industrialización[1] (Garces, O`Brien, & Cooper, 2010).

La lógica de estos espacios al interior de la refinería no es otra que la de la productividad, sin considerar, el factor ambiental que genera la exposición que tienen estas locaciones frente a las emisiones atmosféricas procedentes de la factoría, la ideología, se encargaría de hacer creer que eran privilegiados.
Y es que la norma ambiental llego tarde a la factoría, solo hasta 2013 con la Resolución 0934 del 10 de septiembre, se estableció un Plan de Manejo Ambiental, donde se puede evidenciar la red de calidad del aire, compuesta por 4 estaciones.

En dicha resolución la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) manifiesta: “…considera que las cuatro estaciones para los parámetros evaluados no son suficientes para representar el comportamiento real de la calidad del aire en su área de influencia…”

Prosigue la ANLA advirtiendo que: “…Ecopetrol tenga en cuenta y analice la información generada en el sistema de Vigilancia de la Calidad del Aire de Barrancabermeja…”
Aquí llegamos a un cuello de botella y es que Barrancabermeja no cuenta con una red de monitoreo del aire en funcionamiento, la existente lleva más de un lustro sin operar y sobre ella hay denuncias ciudadanas por lo que se ha configurado: el Cartel del Aire.

La nueva administración municipal de Alfonso Eljach se ha planteado la compra de nuevos equipos sin embargo no avanzan las investigaciones sobre los responsables de la pérdida del sistema de monitoreo en el cual se invirtió aproximadamente un millón de dólares ya hace una década.
Una de las conclusiones del estudio del aire de la alcaldía, cito textualmente: “…Las emisiones globales de SO2 obtenidas de la modelación sugieren que, se presentan afectaciones a la calidad del aire del dominio de modelación…”, este panorama preocupa frente a la pandemia del Covid-19 y la reciente investigación de Harvard donde se relaciona la contaminación del aire con la tasa de mortalidad por Covid-19[2].
Para acceder a la presentación del Estudio de Calidad del Aire de Tiempo Seco socializado a la comunidad ingrese a este link: Ver.
*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformatica. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
Facebook: Raul Barba
Correo: rauledo.barba@gmail.com
Twitter: @rebarba23
[1] Del Asentamiento Minero al Espacio Continental. Revista EURE, 2010, Pag 93-108. Garcés, E; O´Brien, J; Cooper, M.
[2] https://www.hsph.harvard.edu/news/hsph-in-the-news/air-pollution-linked-with-higher-covid-19-death-rates/)