Por: Ronald Picón Sarmiento/ Con asombro y desazón nos enteramos por redes y noticias de la captura de dos funcionarios de la Fiscalía General de la Nación, servidores públicos que estaban adscritos a la seccional Bucaramanga, se les sindica de participar en una supuesta solicitud de recursos a un grupo de personas para ayudarles en el trámite de un proceso por lavado de activos y extinción de dominio que se adelantaba en su contra por delitos de alto andamiaje.
La aprehensión se dio en el negocio la Provincia, establecimiento comercial que se encuentra ubicado al final de la calle 35, hasta allí concurrieron los dos miembros del órgano persecutor penal, sin saber que ahí, en lugar de recibir la prometida suma de dinero, recibirían la mas ingrata y pesada sorpresa de sus vidas, allí murieron sus sueños, allí fenecieron muy posiblemente sus carreras.
Se escuchan múltiples versiones sin establecer su veracidad, o sea, no comprobadas, una de esas versiones señala que las hoy victimas ubicaron al investigador del CTI para que sacara al fiscal a conversar a efectos de tratar de encontrar una fórmula de arreglo, a lo que este accede y finalizando el encuentro le obsequiaron 10 millones de pesos y no 110 como se les endilga, sin embargo, reitero, son versiones de pasillo, que caminan entre los oídos de muchos tal como lo hacen las frases maltrechas de un juego de teléfono roto.
La otra versión que se cierne entre curiosos, es que supuestamente la agencia fiscal pidió inflexiblemente la coima y por tanta e irrestricta presión, no tuvieron más remedio que denunciar tal situación, en procura de beneficios penales al interior de la investigación, en fin estas historias como muchas más, son las que se comentan en pasillos y grupos de chats de aquellos que con premura tratan de auscultar la verdad de lo acontecido.
Lo único cierto en todo este asunto, es que tenemos dos funcionarios de alta, amplia y transparente trayectoria sometidos al rigor de un proceso penal, sentados en el otro extremo del banquillo, siendo tildados y acusados por quienes fueran en otrora sus homólogos, hoy están siendo conducidos a calabozos y mazmorras atiborradas de gentes que ellos mismos ayudaron a procesar, apresar y condenar, hoy son la comidilla de los medios, son la burla de sus detractores, son el ejemplo de una lucha irrestricta en contra de la corrupción que campea por las entidades del Estado.
Pese a todo lo que se dice en medios, debemos recordar que estos funcionarios, más allá de todo lo acontecido, son padres, son esposos, son hijos, son seres humanos y constitucional y legalmente están cubiertos por la presunción de inocencia, estos, aún no han sido vencidos en juicio, esperemos que sus togados, blandan sus argumentos jurídicos pertinentes y puedan ejercer con destreza su defensa.
Todo lo anterior nos llama a reflexionar como miembros de una sociedad jurídica vigente en nuestra ciudad, nos invita a la contemplación silente de nuestro actuar, al meticuloso cuidado de nuestro que hacer, a la protección de nuestras libertades, al actuar con lealtad y apego normativo, a evitar ceder a la tentación de los placeres banales y mundanos; igual sea cierto o no, se prueben o no las acusaciones, es importante que prevalezca la verdad y la justicia, tanto de los procesados como de las víctimas, quienes pensaron que iban a ser esquilmados y terminaron trasquilando a los doctores de la ley, en este caso resulto cierto el dicho coloquial, “los pájaros disparándole a las escopetas”.
Ojalá en Santander no se vuelva a repetir este impase, no es bueno que nos tomen de ejemplo con este tipo de noticias, los santandereanos no somos así, somos honestos, trabajadores, honrados, tenemos fama de gruñones, malgeniados y quizá obstinados, pero jamás de hampones, esperemos todo este asunto se resuelva para bien, y no olvidemos que es el aparato de justicia y no los medios de comunicación los encargados de juzgar a quienes son procesados penalmente.
*Abogado, Especialista en Derecho Penal, Especialista en Derecho Procesal Penal y Magister en Derecho Penal y Procesal Penal.
Instagram: Ronaldpicon_
Tweet: @piconsarmiento
Email: ronaldpicon@gmail.com