Al menos siete estudiantes y una profesora fueron asesinados este martes 11 de mayo en un tiroteo efectuado por un exalumno de 19 años en la escuela 175 de Kazán, ciudad ubicada en el este de Rusia. Además, al menos 21 personas resultaron heridas.
Rustam Minnikhanov, gobernador de la república rusa de Tatarstán -de mayoría musulmana, que tiene a Kazán como su capital-, señaló que las víctimas fueron cuatro niños y tres niñas de octavo grado (de entre 13 y 14 años), además de una profesora.
Según la portavoz del mandatario, Lilia Galimova, el atacante -identificado como Ilnaz Galiáyev- «estuvo solo» y negó las versiones publicadas por varios medios rusos sobre un segundo sospechoso.
«El terrorista ha sido detenido. Es un joven de 19 años que estaba registrado oficialmente como propietario de un arma», declaró Minnikhanov.
Las imágenes publicadas en las redes sociales muestran a un joven siendo arrestado por un agente de policía.
De acuerdo a medios rusos, algunos estudiantes lograron escapar del edificio durante el ataque, mientras que otros quedaron atrapados en el establecimiento. Esos alumnos fueron eventualmente evacuados a través de los jardines de infantes vecinos y se reunieron con sus familias.
Decenas de ambulancias se alinearon en la entrada de la escuela después del ataque, con el acceso al edificio cercado por la policía.
Las autoridades indicaron que se habían puesto en marcha inmediatamente medidas de seguridad adicionales en todas las escuelas de la ciudad. También anunciaron un día de luto el miércoles para recordar a las víctimas del tiroteo.
Putin ordena revisar la normativa sobre tenencia de armas
El presidente ruso Vladimir Putin expresó sus condolencias a las familias de las víctimas del tiroteo en Kazán y ordenó la revisión de la normativa sobre los permisos de tenencia de armas, según informó el Kremlin.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, señaló que Putin instruyó al comandante de la Guardia Nacional, Víctor Zólotov, «elaborar con urgencia una nueva normativa sobre los tipos de armas que se pueden vender a la población».
Peskov añadió que la rápida respuesta se da «tomando en consideración el tipo de arma de fuego que utilizó la persona que disparó (en la escuela de Kazán)» porque «sucede que a veces se registran como armas de caza armas que en algunos países se emplean como de asalto».
Para el vocero del Kremlin, el ataque en Kazán obliga a «analizar cuán eficaces son las medidas (de seguridad) que se adoptaron con anterioridad».
El ataque en Kazán es el más violento registrado en una institución educativa en Rusia desde el ocurrido en octubre de 2018 en un instituto de formación profesional en Kerch, península de Crimea. En aquella oportunidad, un estudiante de 18 años mató a 20 personas, hirió a más de 40 y luego se suicidó.
