Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Este fue el primer mensaje que encontré en mi celular ayer, martes 13 a primeras horas de la mañana:
“…Compañeros, lamento informar que siendo las 11:05 pm de hoy 12 de julio, nuestro compañero y amigo Ángel de Jesús Díaz Rodríguez, partió al encuentro con nuestro creador. Dale, señor el descanso eterno y brille para él la Luz perpetua. Por la misericordia de Dios, las almas de los fieles difuntos descansen en paz así sea…”
Ángel de Jesús Díaz Rodríguez es otra víctima del terrible virus del Covid-19, trabajador de la refinería de Ecopetrol, exmiembro del sindicato de trabajadores de Ecopetrol (Unión Sindical Obrera USO), activista de derechos humanos, líder social, mejor dicho, desde que lo conocí, siempre fue una persona multifacética.
Quizás aquella frase de Bertol Brecht, magistralmente citada por el trovador Silvio Rodríguez en su canción Sueño con Serpientes podría sintetizar un poco lo que fue su práctica social como trabajador consciente de la industria petrolera:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
Angelito como algunos amigos le llamaban era uno de esos imprescindibles, no tuve la ocasión de preparar esta columna como suelo hacerlo, pero se me necesario regalarle unas letras y hacerle este pequeño homenaje, al amigo, al compañero de lucha, seres como Ángel dejan huella por donde pasan.

Conocí a Ángel, recién graduado de la universidad, por allá en 2006 o 2007, no recuerdo con precisión, recuerdo que Angelito era uno de los trabajadores despedidos por Ecopetrol, tras la huelga de 2004, el último conflicto importante entre trabajadores y la estatal petrolera.
Su pinta de entrada lo destacaba, en esa época Ángel usaba su cabellera larga y era muy activo en el sindicato como trabajador de base, además por su condición de despedido, dicha condición lo obligó a reinventarse, pero para él eso nunca fue un problema.
Recuerdo que Ángel me termina invitando a ser profesor de unas temáticas sobre Economía Política para la Escuela Básica Sindical de la USO en Barrancabermeja, ahí recuerdo haberlo visto haciendo desde animador de las clases con sus preguntas picantes y siempre con critica de fondo, hasta logístico de almuerzos.
Fueron tiempos difíciles para Ángel y su entorno familiar durante su época de despedido, cualquier otro se hubiera amilanado, pero para él fue como una prueba de fuego a superar, algunos años después y tras ganar los procesos legales, es reintegrado a la estatal petrolera.
Debido a mis ocupaciones laborales que me obligaban a residir en Bogotá durante unos años, le perdí el rastro a Ángel, tras su reintegro, ocasionalmente nos encontrábamos en la calle en Barrancabermeja, pero sin la oportunidad de conversar largo y tendido.
Lo contacte en 2016 tras mi regreso a Barrancabermeja, Ángel siempre estaba activo a nivel del trabajo social, en este caso su destacado activismo entre los trabajadores le permitió tener la ascendencia para llegar a la subdirectiva de la USO en la refinería de Barrancabermeja.
Era muy inquieto frente al conocimiento, aprovechaba cualquier espacio para absorber como esponja de las conversaciones con otras personas, estuvo en Brasil conociendo el proceso comunitario del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), recuerdo que cuando regresó estuvimos conversando largo sobre el tema.
Su preocupación siempre fue como tomar esas mejores experiencias y ponerlas a andar en Barrancabermeja, por lo que en 2018 lo invite a participar del Consejo Directivo de la Corporación Observatorio Desarrollo Territorial.
Ángel aportó su grano de arena tras bambalinas al proceso de la Corporación, aunque muchas veces a la distancia daba su mirada y aportes críticos al proceso.
La pandemia del Covid en 2020 nos mantuvo aislados pero este 2021 a inicios de año logramos tener algunas reuniones presenciales de la Corporación, donde compartimos con Ángel, siempre preocupado por hacer su aporte al proceso.
Su ausencia deja un enorme vacío en su familia, entre sus compañeros trabajadores y en el movimiento social barranqueño.
Siempre con su aguda critica que a muchos incomodó, a tal punto de incomodarlos que lo sacaron del sindicato, sin embargo, eso no fue talanquera para que el compañero continuara su labor por fuera de la burocracia sindical.
Para la muestra su aporte a la Corporación Observatorio Desarrollo Territorial durante el periodo 2018-2021, gracias amigo por acompañar este proceso, seguiremos trabajando por ese sueño de construir una mejor sociedad.
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*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformática. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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