“Boris Johnson, se acabó la fiesta”, fueron las palabras de Helen Morgan, del partido Liberal Demócrata, tras su victoria por el escaño de North Shropshire, que por 200 años estuvo en manos de los ‘tories’.
Morgan se impuso con 17.957 votos frente al candidato del gobernante Partido Conservador, Neil Shastri-Hurst, que alcanzó 12.032 papeletas de respaldo, según los resultados divulgados este 17 de diciembre.
El primer ministro reconoció la derrota de su bancada política y aseguró que entiende las frustraciones de los ciudadanos.
«Claramente, la votación en North Shropshire es un resultado muy decepcionante y comprendo totalmente las frustraciones de la gente. Escucho lo que dicen los votantes en North Shropshire y con toda humildad tengo que aceptar ese veredicto», afirmó el líder británico.
Se trató de una elección parcial, pues fue convocada luego de que el conservador Owen Paterson, con 24 años en el cargo, se viera obligado a dimitir tras revelarse que trabajaba como asesor del laboratorio Randox y había hecho cabildeo ante varios ministerios a favor de esa empresa. Una clara violación de las reglas parlamentarias por conflicto de intereses.
En Reino Unido, los votantes suelen acudir a comicios parciales como una forma de castigar a los gobiernos de turno.
Sin embargo, el resultado fue sorpresivo porque los conservadores lograron una exitosa victoria en las elecciones parciales del pasado mayo, en Hartlepool.
¿Por qué la derrota en North Shropshire hace tambalear a Johnson?
North Shropshire, circunscripción en el oeste de Inglaterra, siempre ha enviado conservadores al Parlamento en Londres desde su fundación, hace cerca de dos siglos. Además, apoyó en su momento el Brexit, bandera política con la que Johnson llegó a Downing Street en reemplazo de Theresa May.
Ahora por primera vez, su electorado, históricamente condicional con los ‘tories, elige a un liberal demócrata para representarlo en el Legislativo, lo que es visto como una clara señal de inconformidad hacia Johnson, que ya viene arrastrando una caída en su liderazgo.
“Los votantes estaban hartos y nos dieron una patada. Estaban hartos de una elección parcial que se convocó debido a acusaciones de sordidez; estaban hartos de todo el tipo de historias que están pasando en este momento», reconoció el el copresidente del Partido Conservador, Oliver Dowden, en una entrevista con la prensa británica.
Asimismo, esta derrota puede alimentar aún más las voces dentro del propio Partido Conservador que han comenzado a pedirle a Johnson que renuncie.
El primer ministro británico enfrenta una dura presión luego de que alrededor de 100 ‘tories’ en el Parlamento se negaran recientemente a respaldar la introducción de un pase sanitario, certificado con el que se exige la vacunación contra el Covid-19 para acceder a ciertas instalaciones.
El premier británico también ha sido objeto de escándalos después de que recientemente se conociera que infringió las reglas durante el primer confinamiento de su país por asistir a una fiesta de Navidad en diciembre de 2020.
El inconformismo de políticos y ciudadanos aumenta en momentos en que Reino Unido afronta una inflación en espiral como resultado del gran endeudamiento generado durante los bloqueos para tratar de mitigar la pandemia, los altos costos de la energía eléctrica y cadenas de suministros atascadas tras el Brexit. El país prevé una subida de impuestos a partir del próximo abril.