Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Frase atribuida a Darío Echandía, cuando ocurrió el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, el expresidente, Echandía pronunció esta frase que hizo historia: “¿El poder para qué?”.
Cuenta la historia que la frase estuvo marcada por la desazón y el caos en que se encontraba el país y obedeció a una reflexión sobre la falta de esperanza que se vivía en esos momentos derivada de la imposición de intereses partidistas, los cuales primaron sobre el interés general de la sociedad. De ahí que Echandía dijera ¿el poder para qué?
¿El poder para qué? Ante esta pregunta cualquiera diría que amerita una respuesta fácil y sencilla, por ejemplo, podemos decir que el poder es para servir a los ciudadanos en el marco de la democracia y el progreso social, o en cualquier otra actividad para impulsar un medio común, que obedece al interés general, es decir para servir.
La transgresión se da cuando el poder se usa para sacar lo mezquino, ahí es cuando el poder da un salto a la otra orilla donde la representatividad y el ejercicio del poder se convierte en vanidad que raya en lo grotesco.
Poder, es un verbo con muchas definiciones o significados, por ejemplo: es la capacidad o la facultad en que se encuentra una persona para realizar una cosa determinada, podemos encontrar otros significados, puede ser la fuerza corporal, o que ocurra algo como; hoy podemos ir de paseo, o también se puede referir a poseer algo, el abogado tiene los documentos y contratos en su poder, o en el campo político, allí el poder es el control que tiene alguien para imponer o concretar algo, la forma más común de poder político se encuentra en el gobierno de un municipio, un departamento, un país, ocupar cargos en el gobierno da la facultad, para llevar a cabo un plan y tomar decisiones que impacten en el futuro de sus gobernados, etc.
Ser jefe, ser padre, el dueño de la tienda, el árbitro, la Sra. que nos quitó el balón y acabo el partido, quien no recuerda ese poder, pero me voy a referir al poder, más común, con base en mi experiencia, y ese poder que va ligado del liderazgo, de ser jefe.
El poder es una fuerza, y en ocasiones quienes lo tienen la hacen sentir en unos casos con mayor o menor intensidad para regular la conducta o el comportamiento de otros, a eso le llaman comúnmente autoridad, esta es un derecho determinado por el sistema social; por su parte existe también lo que hoy llamamos impacto e influencia, es la capacidad de regular la conducta, el comportamiento, el actuar de otros, por sus características, competencias y condiciones de la persona, y no por el cargo de jefe sino por su respetabilidad, recordemos que lo último que una persona debe inspirar son los sentimientos de miedo y lastima.
Todos merecemos y queremos respeto, para pedirlo y merecerlo primer debemos hacernos respetables, todos queremos ser líderes, tener poder y eso es muy bueno, el poder es algo que debe estar en nuestros sueños, tener poder no es malo, lo que debemos tener junto con el poder es la sabiduría para ejercerlo bien, un buen jefe es el que sabe que el liderazgo nace de la aceptación del grupo que lidera y no de la imposición que le da su cargo, además entiende que todos somos fundamentalmente iguales, ninguna persona es superior o inferior a otra, las diferencias son solo aparentes, las cuales son productos de las circunstancias o de los roles que desempeñamos, por ello les debemos dar el mismo trato respetuoso y amable.
El Poder está ligado con ser jefe, por ello es muy importante saber que implica ser un buen jefe: el buen jefe, no vive aparentando trascendencia, por el contrario toma las cosas en su justa dimensión porque sabe que el factor mas importante y decisivo en la vida no es lo que nos pueda ocurrir, sino la actitud que asumamos ante lo que nos ocurra, un buen jefe sabe que no es mejor aquel que no se equivoca, además no le tiene miedo a la crítica por el contrario sabe que somos como las cometas o los aviones que se elevan con el viento en contra, y que la inteligencia colectiva es la mejor aliada, por eso cuenta con todo el equipo, sabe que su equipo debe ser el mejor, por eso busca su desarrollo, personal, familiar, económico, emocional e intelectual, sabe que la historia no se detiene, que la supervivencia en este mundo cambiante, depende de nuestra capacidad de adaptación y bajo esas premisas trabaja con su equipo.
En el mundo empresarial, y en el mundo político hemos visto y leído sobre muchos líderes que ostentaron poder, el cómo lo ejercieron, como se desempeñaron es y ha sido la historia la que los ha calificado y esta calificación esta derivada de sus acciones y sus resultados, y todos tenemos resultados, los hemos tenido cuando el trabajo nos llevó a ser jefes, o la vida nos dio el regalo de ser padres, hermanos, esposos (as), etc. Como jefes es grato encontrarse con personas a las que dirigimos, que te saluden bien y vivan agradecidos por algo que aprendieron y por el tiempo maravilloso bajo nuestra dirección, o como padres que los hijos te digan gracias papa, tus enseñanzas fueron fundamentales en lo que soy hoy y así en todas las actividades, donde se puede dejar huella.
Poco me gusta relacionar mis columnas con la política, pero la historia nos muestra presidentes que han ejercido sus cargos durante 8, 4, 6 y más años y el país que dirigen cada vez más pobre y atrasado, ese es el ejemplo de un mal liderazgo, o empresas entregadas a gerentes que terminan en quiebras inexplicables (mejor no mencionarlas), a su vez también vemos como presidentes han rescatado países gracias a su liderazgo honesto y trabajador, (solo mencionaré uno Japón) o empresarios ejemplares con experiencias reales (solo mencionare uno, Lee Iacocca).
Algo importante para ser un buen líder o saber manejar el poder es fundamental desarrollar la Inteligencia Emocional, dado que está estrechamente ligada a ese rol porque se trata de la capacidad que posee una persona para comprender y manejar sus emociones, de manera que estas no perjudiquen sus objetivos profesionales, el conocer nuestras emociones, el saber que significan cada una de ellas, es clave para así tener la capacidad de entender como pueden impactar en los demás y poder controlaras.
El autoconocimiento y el autocontrol son dos de los principales, y pasan por un trabajo previo de introspección por parte del líder, esto le debemos sumar la motivación, la empatía, las habilidades sociales, el autoconocimiento, el autocontrol, la motivación, son competencias claves para ser un buen líder y manejar el poder, si usted no trabaja en ello y no las tiene y desarrolla solo será alguien que da órdenes y no será recordado gratamente.
…
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru