La autoridad paralela en la cuerda floja. La Asamblea Nacional de Venezuela de 2015 respaldó la continuidad de Juan Guaidó como “presidente interino” bajo la estructura paralela de gobernanza con la que opositores buscan sacar del poder a Nicolás Maduro.
Los opositores al gobierno de Maduro y exlegisladores, se encontraron el lunes 27 de diciembre en Caracas para ampliar por un año el mandato simbólico del líder opositor Juan Guaidó al frente de la Asamblea Nacional, que fue declarada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia, cercano al oficialismo.
“Esta Asamblea Nacional, esta resistencia democrática, esta vanguardia política da respuesta a los venezolanos, a nuestros aliados y, sobre todo, a nuestro pueblo. Mi mensaje para ustedes: no los vamos a dejar solos. Ustedes no están solos”, aseguró Guaidó.
Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce como autoridad de Venezuela, consiguió el apoyo suficiente para seguir siendo el rostro de la oposición venezolana, pese a que luego de tres años, su plan para destronar a Maduro no rindiera frutos.
“Aquí está la Asamblea Nacional debatiendo, sí. Resolviendo sus diferencias, pero sobre todo, acordando políticamente algo que es constitucional, que es que el Parlamento Nacional va a continuar, que el apoyo al artículo 233 -de la Constitución- va a continuar, la interlocución con el mundo, por supuesto, el fortalecimiento de esta asamblea, porque ese es el propósito», exclamó Guaidó.
Pero su plan se derrumba. El partido opositor Vente Venezuela, liderado por la excandidata presidencial, María Corina Machado, retiró el apoyo a Juan Guaidó, aduciendo que «su ruta se agotó». «Vente Venezuela, en junta federal, decidió que no respaldará la continuidad del gobierno interino a partir del 05/01/2022. Su ruta se agotó y perdió el objetivo único que tenía: articular la liberación de Venezuela», escribió la opositora en su cuenta de Twitter.
Hace un mes, Machado, una voz más radical entre la disidencia, propuso «una gran elección popular» para elegir un nuevo liderazgo antichavista que «conduzca a Venezuela hasta su libertad».
El partido Vente Venezuela afirma que «es el momento de constituir una nueva dirección de las fuerzas democráticas del país». «Nos enfocaremos en la propuesta ciudadana de elección popular para renovar el liderazgo, y para ello vamos a trabajar con todos los venezolanos y organizaciones políticas y civiles», adelantaron.
Por su parte, la opositora Delsa Solórzano, defendió la continuidad de Guaidó y dijo que este no debe condicionarse a «conveniencias partidistas».
«La continuidad de la Asamblea Nacional y de la presidencia de Guaidó es constitucional, ello no puede condicionarse a las conveniencias partidistas de ningún grupo», publicó en Twitter.
Según la opositora, varios sectores dentro de las disidencias buscan que los exdiputados «violen» la Constitución, «asumiendo poderes que solo corresponden al Ejecutivo».
Enrique Sánchez Falcón, opositor venezolano, se mostró a favor de que se prorroguen las funciones del «gobierno interino» y la «presidencia interina», aunque, dijo, con la «debida separación de poderes» entre el «gobierno encargado» y los exdiputados.
Borges: «No hay ruta, no hay unidad y no hay estrategia»
El político Julio Borges, una de las figuras más destacadas en el interinato de Guaidó y quien estaba a cargo de las relaciones exteriores, renunció lanzando duras críticas a la estrategia que apoyaron decenas de países del mundo.
“El Gobierno interino era un instrumento para salir de la dictadura, pero en este momento se ha deformado hasta convertirse en una especie de fin en sí mismo, manejado por una casta que existe allí. Se ha burocratizado y ya no cumple con su función. Tiene que desaparecer”, dijo tras la renuncia.
El opositor insistió en que los partidos políticos deben separarse del manejo de los activos en el exterior y que estos deben ser administrados por un fideicomiso.
Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela frente a miles de simpatizantes el 23 de enero de 2019 en Caracas. Su propuesta, basada en una interpretación de la Constitución, recibió el apoyo de países como Canadá, Estados Unidos y otras naciones europeas.
Su objetivo era conseguir elecciones libres, aduciendo que las celebradas en 2018 y que Nicolás Maduro ganó, eran ilegítimas. Pero hasta ahora no lo ha conseguido.
En cambio, Guaidó se ha convertido en administrador de empresas estatales de su país como Monómeros Colombo Venezolanos S.A y Citgo, con el apoyo de otras naciones como Estados Unidos y Colombia.
“Unidos para luchar es que podemos derrotar a este régimen. Y así va a ser. Muchas gracias una vez más por este acuerdo político que refleja el sentimiento de un país que quiere la unidad y que quiere derrotar a una dictadura.» insistió Guaidó este lunes.
La situación de Venezuela no puede ser mas compleja. Desde hace más de una década enfrenta una dura situación económica, social y política, agravada con la llegada de la pandemia del coronavirus, que derivó en una hiperinflación de cuatro dígitos y mayores índices de pobreza.
