Del glifosato y del peligro que se tiene al usarlo y no solo en la naturaleza, sino en el riesgo de que caiga en las fuentes hídricas y los humanos consuman esa agua con glifosato, nos habló Miguel Samper Strouss, el hijo del expresidente Ernesto Samper Pizano.
Miguel Samper tuvo la oportunidad de estudiar derecho y hacer dos maestrías en la Universidad Javeriana. De allí salió a trabajar en una Fundación que creó enfocada en las causas sociales, dedicada a implementar proyectos de justicia transicional.
Fue director de la Agencia Nacional de Tierras y este año anunció que quiere llegar al Senado, pero no por el Partido Liberal Colombiano, sino por el Movimiento Nuevo Poder Popular que fundó su padre, el expresidente Ernesto Samper.
También fue viceministro de Justicia e hizo el lanzamiento de su campaña al Senado de la República en Bogotá acompañado de varias personalidades, entre ellas el nortesantandereano Juan Fernando Cristo.
Tiene 38 años, y en la parte pública comenzó con la idea de redactar y sacar adelante la Ley de víctimas y restitución de tierras, esa tarea le encomendaron y ello le permitió recorrer el país y retomar el nuevo Poder Popular, el movimiento de su padre y las causas sociales de las que dice ser un apasionado para trabajar.
Miguel Samper se refirió en el programa Reporte Especial, transmitido por las redes de la Revista Corrillos www.corrillos.com.co, al distanciamiento que tomó con el exmandatario César Gaviria Trujillo, Director del Partido Liberal, y de cómo las banderas de las toldas rojas dejaron de ser las que históricamente se manejaban y con Gaviria se perdió ese norte.
En el diálogo con Reporte Especial también se refirió a la reforma a la ley de justicia y paz que impulsó, y a los condicionantes para que desmovilizados caminaran hacia la legalidad, pero no solo los cabecillas, sino la soldadesca los guerrilleros y los paramilitares de la base que estaban sin ton ni son.
Se refirió además a cómo este gobierno premia a los corruptos con cargos diplomáticos, mientras la ciudadanía observa a los jueces como algo abstracto a quienes es difícil acudir y las investigaciones se inician pero no se les ve la luz al final del túnel.