El general Eliécer Camacho, comandante de la policía de la capital, informó que en el sitio fue descubierta una «botella con aproximadamente kilo y medio de anfo», un poderoso explosivo.
Los efectivos policiales también encontraron un teléfono celular con el que probablemente iba a ser activada la bomba.
Este artefacto podría «dar cuenta de que podría activarse a distancia», declaró el oficial en un audio a los medios.
En el lugar, conocido como Casa Alternativa, funciona un restaurante y es punto de encuentro de los excombatientes que preparan la campaña para las legislativas de marzo.
«Allí realizaríamos un encuentro con Jóvenes del Partido @ComunesCoL y mañana sería el lanzamiento de campaña de nuestro Partido. ¡No más ataques a la Paz!», escribió en Twitter el congresista Sergio Marín, desmovilizado de las FARC.
La policía y fiscalía acordonaron el sitio e investigan los pormenores del frustrado ataque.
«Desde ya les decimos a quienes quieren utilizar la violencia para impedir nuestra participación política que no nos vamos a dejar intimidar», advirtió en Twitter el senador Julián Gallo, del movimiento político que surgió del acuerdo de paz firmado entre el gobierno y la entonces guerrilla en 2016.
Los líderes de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente aceptaron comparecer ante un tribunal especial para esclarecer los peores crímenes del conflicto, a cambio de participar en política y recibir penas alternativas a la cárcel.
Aunque redujo sensiblemente la violencia, el pacto con las antiguas FARC no apagó por completo la guerra. Cerca de 300 excombatientes han sido asesinados en los últimos cinco años y las zonas apartadas sufren la peor arremetida de grupos armados desde que se firmó el acuerdo.
Colombia vive una intensa campaña electoral que definirá el sucesor del presidente conservador Iván Duque y los próximos congresistas entre marzo y junio.
