Por: Jhon F Mieles Rueda/ Se llegó el 14 de febrero, día en que se celebra principalmente en los Estados Unidos, el Día de San Valentín. Una celebración religiosa que honra la memoria al santo monje nacido en Roma y cuyas obras, en defensa de los lazos del amor, son mundialmente conocidas.
Esta festividad también se celebra en diversos países de América Latina como Chile, Cuba, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Puerto Rico o República Dominicana. También se celebra este día en países europeos como Alemania, Francia, Bélgica, Dinamarca o España, entre otros.
En los países donde se festeja, este día se aprovecha para que los enamorados o amigos celebren su amor y su afecto. Es común que se inviten a cenas especiales, intercambien regalos o tarjetas de felicitación, dependiendo de la tradición de cada lugar.
No obstante, la globalización ha hecho que muchas costumbres y celebraciones se extiendan a otros países y por ello el día de San Valentín también se está empezando a celebrar en Colombia, donde oficial e históricamente se ha adoptado el tercer sábado del mes de septiembre como el mejor momento para demostrarle a nuestras parejas y amigos cercanos, todo el cariño y aprecio que nos inspiran.
Este día no es conocido como Día de San Valentín, sino como Día del Amor y la Amistad donde los novios, amigos, conocidos, enamorados, esposos y amantes eligen este día para expresar y demostrar su cariño.
En vista de la celebración de esta ocasión especial en gran parte del mundo, es necesario conocer el origen de este día que, según la leyenda, coincide con la muerte de un monje llamado Valentín, el cual desobedeció una orden que impedía el matrimonio a los soldados jóvenes.
San Valentín, nació en la Roma antigua en el año 226 d. C, con el tiempo se convirtió al cristianismo y era un fuerte defensor de este. En tiempos del emperador Claudio II, se pronunció una ley que prohibía que los soldados jóvenes se casaran y formaran familias.
La ley intentaba maximizar el trabajo de los soldados en los enfrentamientos, ya que se creía que los soldados con familia eran menos ágiles en el campo de batalla que aquellos que carecían de ella. Se dice que Valentín, quien se había convertido en monje cristiano, estaba en contra de esta ley que prohibía que los jóvenes se unieran en santo matrimonio ante Dios.
De esta forma, Valentín decidió realizar casamientos a los soldados y sus mujeres a escondidas del gobierno del emperador. Estos casamientos ocurrían en las cárceles del imperio por lo que, el regente Claudio II, terminó enterándose de la rebeldía de Valentín y finalmente ordenó ejecutarlo el 14 de febrero del 262 D.C.
Sin embargo, a pesar del contexto histórico, en Colombia, a diferencia de los otros países, el Día del Amor y la Amistad o Día de los Enamorados se celebra desde el año 1969 el tercer sábado del mes de septiembre.
Dos razones llevaron a declarar el Día de Amor y Amistad para el mes de septiembre. La primera, fue una jugada estratégica de los comerciantes de la época (1969) quienes convencieron al gobierno de cambiar la fecha por el alto gasto que implicaba para la gente la temporada escolar de principio de año.
El segundo motivo fue que el mes de septiembre no poseía ninguna celebración especial, por ello se decidió que durante ese mes era más conveniente realizar la actividad dedicada al amor y a los amigos.
Otra de las curiosidades de esta fecha es que en un principio estaba pensada solo para celebrar el amor de pareja. El añadido de la “amistad” surgió después para que la fiesta no fuera exclusiva de unos pocos, dejando afuera del Día de Amor y Amistad al resto y de ahí surgió también la idea de jugar el popular juego del amigo secreto.
A pesar que algunos critiquen el hecho de que se celebre el 14 de febrero en Colombia por ser supuestamente una celebración más norteamericana y europea, lo cierto es que debemos tener en cuenta el contexto histórico de este día y que debemos aprovechar cualquier momento para demostrarle a nuestros seres queridos cuanto los amamos.
Para finalizar parece conveniente citar el texto bíblico de 1 de Corintios 13 4-8 que resumido se podría decir de la siguiente manera “El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El Amor No Se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
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*Escritor, agroforestal y político local.
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