Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ La lamentable situación de hurto que se presentó en los alrededores de la Escuela Normal Superior, ha demostrado una vez más, la ineficiencia administrativa de la alcaldía de Bucaramanga para garantizar a los ciudadanos el derecho al disfrute de sus bienes, la protección de la honra y la seguridad a los ciudadanos, que es un deber de los funcionarios públicos elegidos popularmente.
Pero no solamente con el asesinato de este estudiante que al parecer fue hecho por un migrante venezolano, ha demostrado la falencia y la falta de carácter de la Administración pública y especialmente, la falta de capacidad técnica en la gestión operativa de la Policía Nacional en la reducción del crimen.
También en estos días se ha demostrado que la poco eficaz Policía Nacional y la secretaría de educación, no han tenido la gentileza de crear y ejecutar las estrategias de seguridad para los estudiantes en los colegios, poniendo a estos jóvenes en riesgo al estar expuestos a personas malintencionadas que pueden generar delitos sexuales, tráficos estupefacientes, y hurtos cómo pasó con esta joven en el Mesón de los Búcaros.
Pero aún más indignante, que los funcionarios públicos de la alcaldía de Bucaramanga cómo la secretaría de educación de Ana Leonor Rueda, la falta de un trabajo serio del secretario del interior José David Cabanzo Ortiz y la falta de pantalones para administrar de Juan Carlos Cárdenas que tuvieron incluso el descaro de pedir condolencias.
Cuando la gente lo que pide es justicia y seguridad; cosa que estos mediocres funcionarios no pueden delegar ni liderar por su ya mediocre gestión.
Las situaciones de inseguridad, no solamente se han vivido por los hurtos alrededor de los colegios, los asesinatos y feminicidios; también han sido el común denominador de la inseguridad de Bucaramanga durante el periodo del alcalde Juan Carlos Cárdenas, qué ha demostrado la ineficiencia administrativa y la falta de carácter como uno de los principales dones, ineficiencia qué ha sido heredada del exalcalde Rodolfo Hernández.
Es hora de que las graves situaciones de seguridad, que se viven en la ciudad de Bucaramanga, tengan consecuencias y perdida del cargo o la renuncia, para un alcalde que se ha dedicado a beber y a vivir en Bogotá, quedando más que demostrado, que no le importan los problemas que tienen los bumangueses.
Pero es aún más lamentable, tener que oír las voces de docentes, estudiantes y padres de familia; qué denuncias anónimas a la secretaría de educación, requerimientos a la Policía Nacional, y derechos de petición al alcalde de Bucaramanga, tengan que esconderse como si fueran criminales; cuando denuncian los actos de ineficiencia y de corrupción o cuando exigen trabajo y gestión a los funcionarios que se les paga para eso,
Esta ineficiencia administrativa de la secretaria del interior, secretaria de educación, del magisterio, de la policía nacional, de la alcaldía, lo único que han derivado es en una grave consecuencia cómo lo es la muerte de esta joven por un celular a menos de 100 metros de un CAI.
Pero otra cosa es aún más lamentable y es ver como algunos candidatos políticos, cobijados en el oportunismo y la pornomiseria, han utilizado a esta joven inmolada por la inseguridad y la ineficiencia de una alcaldía populista, como un eslogan de campaña.
Acciones que hacen especialmente los candidatos del partido del girasol y de color verde, los cuáles han sido famosos por generar escándalos en vía pública, hacer denuncia sin fundamentos legales, generar tropeles y asonadas que han derivado en disturbios, pero nada de acciones legales concretas y de soluciones reales.
Por eso estimado lector, es importante tener carácter como ciudadanos y desarrollar procesos que deriven en la revocatoria de personajes ineptos en las alcaldías, y sobre todo acabar con este populismo que ha llenado de delincuentes a nuestra ciudad.
No podemos permitir que el hampa, los politiqueros de turno, y el populismo, siga atracando a la ciudad y siga apuñalándolo en sus recursos públicos, la dignidad de los ciudadanos y el derecho a vivir en paz en esta ciudad
Cada vez es más evidente que la necesidad de garantizar el derecho de la seguridad, legalizar el porte de armas y el derecho de los colombianos a defender su vida y su honra, debido a que las instituciones a las cuales se les pagan con nuestros impuestos, les han quedado grande defender a la gente que trabaja, a la gente que paga impuestos, a la gente qué sale todos los días a ganarse el dinero de manera honrada.
No podemos seguir creyendo que la cultura en ladronismo, del hampón, y de la delincuencia puede ser un ejemplo a seguir, se debe erradicar la delincuencia en Bucaramanga a todo nivel.
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*Ingeniero ambiental- tecnólogo ambiental.
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