Por: Luis Alfredo Bonza Forero/ Los gobernantes a todo nivel el adulto mayor les irrita, más cuando tienen a su servicio oficial personas jóvenes, que tienen la creencia si la vida se desarrolla normal nunca serán “viejos”, oportunidad para escribir un primitivo apotegma que dice: “Corre… corre… corre… que la vejez te alcanza” y sí, la “vejez, el envejecimiento” es obligación trabajar por esa causa, con estricta prelación de todos los gobiernos departamentales y municipales de Colombia.
En este tema la ciudad de Bucaramanga está señalada como una de las ciudades donde el proceso en envejecimiento es más acelerado, la capital de Santander figura entre las ‘ciudades mayores’, le acompañan Bogotá, Medellín, Manizales, Pereira, Tunja, con un ítem las capitales mencionadas en el año 2035 tendrán una persona mayor de 60 años por cada joven menor de 15 años.
Los programas estatuidos para la vejez tienen una innumerable obligación de prelaciones, ofrecer eficacia en la educación a lo largo de la vida antes de programar enseñanza de cuido y formación para el cuidado de personas mayores, avance en el fortalecer las oportunidades laborales para personas mayores de 40 años, endurecer obligatoriamente los servicios sociales (educación, vivienda, servicios públicos domiciliarios, salud) esta última la más frágil en su prestación, porque poco o nada le interesa a las EPS cumplir con los lineamientos del Ministerio de Salud, cuando la entrega de los medicamentos es inmediata, pero los entregan a su libre albedrio, así el adulto mayor necesite urgente lo formulado por el médico, con un riesgo, si no hay inmediata entrega de la medicina y el adulto mayor pueda fallecer.
Les importa un bledo igual a las droguerías que la entregan, los adultos mayores se quejan de estas anomalías gravísimas ante la Supersalud en Bogotá y Bucaramanga, Secretarías de Salud de cada departamento o municipalidad y les responde más una “calavera” en un osario que en esos fortines burocráticos inexpertos en salud lamentablemente.
Hoy los entes mencionados ignoran la Ley 1850 del 19 de julio del 2017, que ampara y protege al viejo, el longevo, al abuelo. El autor de esta ley fue el senador Miguel Ángel Pinto Hernández del Partido Liberal, quien se acordó de los viejecitos del país y su departamento.
Lo más grave del tema reitero, si autoridades de la salud ignoran esta ley donde estamos, igual Supersalud, las EPS se pasan por el cuatro letras las determinaciones de Minsalud, las leyes, disposiciones en favor de los viejitos. El Ministerio de salud prohibió las autorizaciones para la entrega de medicamentos este año, las siguen pidiendo, ¿quién manda a quién?, violan una tabla, se les olvida que quien desobedezca la ley prevarica por acción u omisión. ¡Pregunto! ¿Cuántos muertos han existido en el país cuando las EPS no entregan los medicamentos esenciales a tiempo para sobrevivir un adulto mayor? Ejemplo: Un anticoagulante, antídoto (contra veneno) Chagas, Cáncer, etc.
La salud generalizada está abandonada por los gobiernos, hagan algo por ella, así los viejitos huelan a feo. Cierto, el dueño de la vida es Dios, pero ningún gobierno, las EPS o droguerías pueden ser inconveniente de este problema social grave, el día que sentencien a un malandrín por no cumplirle a la salud violando la ley, esto cambia, así los “viejecitos les sigan oliendo a lo que no les gusta.
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*Periodista