Por: Luis Alfredo Bonza Forero/ La ignorancia es atrevida siendo difícil la acepten quienes se revisten con ella, lo expreso porque se viene tramando un tejido miserable contra un gran funcionario, cuya labor lo identifica su probidad, lealtad al cargo, gestión, progreso, resultados, me refiero al Dr. Omar Lengerke, rector de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), institución de educación superior sin tacha, pero criticada por el miserable ladino de turno.
Las UTS la entregó autosostenible un distinguido rector al salir a disfrutar su merecida jubilación, desgraciadamente la recibió un “actor” del norte de Santander, quien trajo a un exguardapalos del fútbol, para que tapara toda clase de incongruencias, manipulando una cooperativa en el ente pedagógico que quebraron, se abrió una investigación por el presunto mal manejo de las Unidades, igual con la entidad asociada.
¿Las pesquisas? Averiguar que pasó con ellas, en qué van, están o no, porque ante el silencio más vale poco con justicia que mucho con derecho. Lo cierto, si el Dr. Lengerke Pérez no hubiese llegado a tan digno cargo a regentarlo con oportuno acierto, estaríamos lamentando el cierre de las UTS, ante los resultados de dos “amiguis” aparecidos con un propósito, pero les salió el tiro por la culata porque subieron como palma y cayeron como coco.
Ya fuera del cargo las dos mancornas ingénitas, se posesionó el digno rector Lengerke Pérez, iniciando la reconstrucción de las UTS que dejaron descuadernada los famosos “Nigromantes” administradores del pase mágico, ‘nada por aquí, nada por allá’, mientras al interior la cooperativa circulaba la componenda de libranzas, pagarés, letras, para sacar préstamos ficticios con destino a los chicos malos.
Extraña demasiado que quien manejó la contratación en la administración anterior a la actual, el borrachín, no haya gritado a los cuatro vientos este caso tan sonado, pero si se ha dedicado a hostigar, perseguir, intrigar, fastidiar al diligente rector de las UTS, cuya orientación, gracias a Dios, está forjada en la capacidad del profesional Lengerke Pérez demostrando su acreditada gestión.
El forastero tiene su historia como borracho, algo raro en el beodo, está en todas las administraciones en cargos de dirección. En la actual administración municipal del Ing. Juan Carlos Cárdenas Rey quedó como el ternero, por este tiempo su verborrea sucia a la alcantarilla, cuando afirmó una licitación de las UTS estaba atada, atreviéndose a dar el nombre de quien la ganaría por estar resuelta, cuyo ganador fue otra persona diferente a la nombrada por el espía de la caja de cubiertos, increíble.
Columnistas escriban el hilo chismoso del detractor, del “chivato” ridículo, tiempo de parar al trompón forastero llegado a Bucaramanga, a pelechar y denigrar, de nuestros valores que ubican a Santander en lo más alto del pináculo, como el Dr. Omar Lengerke Pérez.
Llegó el turno a Barrancabermeja; Vélez no es la excepción ante la presencia física de las UTS. Estos proyectos les arden, pero no le hace ampolla a don Ramón. Hagamos respetar lo nuestro, su honradez, el trabajo, basta de delirantes cacatúas. “Bueno el cilantro, pero no tanto”.
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*Periodista