Al menos cinco muertos, 16 heridos y varios desaparecidos luego de registrarse la explosión de una bomba en el barrio Cristo del Consuelo en Guayaquil, al suroeste de Ecuador. Inicialmente se registraron una serie de disparos, que finalizaron con la deflagración, según informaron las autoridades.
Con el estado de excepción declarado por el presidente Guillermo Lasso, se conformará una Fuerza de Tarea Conjunta entre la Policía y las Fuerzas Armadas. Las primeras investigaciones apuntan a que el atentado estaría dirigido al cabecilla de una banda, conocido como alias “Cucaracha”.
El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ecuador (SNGRE) aseguró que ocho viviendas resultaron destruidas así como dos vehículos. De igual manera, informaron que personal de rescate del cuerpo de bomberos ha estado trabajando en la remoción de escombros de “grandes proporciones”.
La Fiscalía de Ecuador dijo que ya inició la investigación y que se encuentra reuniendo pruebas para establecer la causa de la explosión de la madrugada del domingo.
El Gobierno ecuatoriano ofreció una recompensa de 10.000 dólares por información que permita esclarecer los hechos ocurridos en el barrio ubicado al sur de Guayaquil. El Ministerio de Gobierno emitió un comunicado en el que calificó la explosión como un «acto de terrorismo» y aseguró que identificará y castigará a los responsables del atentado.
«A nombre del Gobierno Nacional y del mío propio extendemos nuestro más sentido pésame a los familiares de las víctimas de este acto de terrorismo. No podemos regresar las vidas de los que fallecieron, pero identificaremos a los culpables de este crimen y sobre ellos caerá todo el peso de la ley», aseguró Francisco Jiménez, representante del Ministerio de Gobierno.
Durante los últimos meses, la ciudad costera de Guayaquil se ha visto fuertemente afectada por constantes actos de violencia en sus calles por parte de miembros de pandillas rivales vinculadas al narcotráfico.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, declaró que la explosión “es una declaración de guerra contra el Estado. O nos unimos para hacerle frente o el precio será aún más alto para la sociedad”, escribió mediante su cuenta de Twitter.
Por su parte, el abogado y activista guayaquileño, Pedro Granja, expresó su preocupación por la situación que vive la ciudad portuaria y la comparó con la inseguridad que afectó a la ciudad colombiana de Medellín durante la época del narcotraficante Pablo Escobar.
«No es la Medellín de Pablo Escobar. Es el Cristo del Consuelo en Guayaquil. Terroristas pusieron una bomba en la madrugada», afirmó Granja mediante su cuenta de Twitter.
La capital de la provincia del Guayas, es una de las ciudades más pobladas de Ecuador y punto estratégico del comercio exterior del país, el cual se ha convertido en blanco de una ola de violencia y delitos de sicariato.
Además, Ecuador vive una difícil crisis en sus prisiones por la disputa entre grupos armados que buscan tomar el control de las cárceles, los cuales ya han dejado más de 400 reclusos asesinados en los dos últimos años.
