Donald Trump está decidido a impedir una investigación en su contra a toda costa. Para ello, recurrió al Tribunal Supremo para que intervenga en el caso de los documentos incautados por el FBI de su casa de Mar-a-lago, en Florida.
La intención del antiguo mandatario es que la Corte Suprema emita una orden de emergencia para que una tercera parte «imparcial» revise los documentos marcados como «clasificados», aproximadamente un centenar de los más de 11.000 que requisó el FBI de su residencia -tras la orden de un tribunal federal de apelaciones- el 8 de agosto.
Registro en el que el FBI encontró documentos clasificados y secretos que Trump se llevó supuestamente consigo cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021, tras el asalto del Capitolio y sus acusaciones de «fraude» electoral.
«Una tercera parte debería tener acceso a los ficheros clasificados para determinar si los documentos que llevan marcas de clasificación son de hecho clasificados, e independientemente de la clasificación, si esos registros son registros personales o presidenciales», argumentaron los abogados de Trump.
Esta apelación al Supremo marca la escalada de tensiones entre el Departamento de Justicia y Donald Trump, que ya ha reconocido abiertamente que se llevó documentos de la Casa Blanca a su residencia.
Ahora, en lugar de negarlo, los abogados de Trump reconocen que este se llevó los documentos a su mansión cuando era presidente porque tenía el poder para «desclasificarlos». Algo que el expresidente secundó en una entrevista con la cadena Fox News, de tendencia abiertamente conservadora.
«Yo podía desclasificar todos esos documentos con tan solo pensarlo», argumentó Trump en la entrevista televisada.
Corte Suprema cuenta con una mayoría conservadora
Ahora, una de las preocupaciones es que la Corte Suprema cuenta con mayoría conservadora por seis a tres. De hecho, tres de los jueces fueron seleccionados por el mismo Trump. No obstante, el máximo tribunal del país ya ha rechazado por unanimidad anteriormente sus esfuerzos por bloquear el acceso de la justicia a estos documentos.
Y es que Donald Trump perdió el apoyo de una gran parte de los republicanos después de las acciones del 6 de enero, cuando una turba furiosa de sus seguidores asaltó el Capitolio después de uno de sus discursos incendiarios, en el que insinuó fraude electoral.
Un contexto en el que los expertos, según indica el diario The New York Times, ven complicado que esta petición de emergencia salga adelante.