Por: Julián Silva Cala/ Esta semana se conocieron dos noticias en el país relacionadas con el “fracking”, por fortuna ambas contrarias a la pretensión declarada del Gobierno de explotar yacimientos de hidrocarburos no convencionales.
Por una parte la Agencia Nacional de Licencias Ambientales decidió archivar el trámite de la solicitud presentada por ConocoPhillips para explorar en la cuenca media del Magdalena en los departamentos de Cesar y Santander. Aunque la decisión pueda ser recurrida, envía un mensaje importante tanto a la ciudadanía como a las empresas: hay una Agencia y un sector del Estado que están cada vez mejor preparados para comprender y afrontar los retos ambientales de Colombia.
Paralelamente la Sección Tercera del Consejo de Estado resolvió suspender los actos administrativos que reglamentaron la exploración y explotación de este tipo de yacimientos utilizando la técnica de marras. Reconforta aquí también advertir un razonamiento coherente y coordinado entre las altas cortes y la Contraloría General de la República en torno a los potenciales riesgos para la salud humana y el medio ambiente asociados al fracking.
Como consecuencia de estos tempranos reveses, el Ministerio de Minas y Energía ha propuesto y conformado una Comisión de Expertos que deberá entregar en enero un informe al Gobierno que contenga las conclusiones de una discusión multi-disciplinaria, que esperamos cuente con espacios de interlocución apropiados con la academia, la sociedad civil, los gobiernos locales y las comunidades potencialmente afectadas. Ante los numerosos y profundos interrogantes que suscita un tema tan sensible para el desarrollo de Colombia, la reflexión casi obvia se impone: Si no tenemos absolutamente claro el panorama del fracking en el país y en el mundo, ¿por qué no empezamos por promover la discusión?
El comprensible afán del Gobierno Nacional por cuadrar caja una vez aprobado -a la carrera- el Presupuesto le imprime una presión extra al sector hidrocarburos como fuente de recursos y por ende también a la novel Comisión. Con el trámite de la Ley de Financiamiento, o Reforma Tributaria vergonzante, empantanado en el Congreso, se empiezan a reducir los caminos del presidente y su ministro de Hacienda para apalancar el Plan de Desarrollo. Veremos entonces cuáles son las prioridades reales del Gobierno.
Mientras tanto, en el Congreso de la República cursa una iniciativa promovida por la Alianza Colombia Libre de Fracking y respaldada por numerosos partidos políticos, entre otros el Partido Alianza Verde, que busca prohibir el fracking en Colombia e impulsar una transición energética que le apueste al potencial renovable del país y disminuya le dependencia del modelo extractivo.
Los santandereanos, defensores insignes del agua, de la vida y del medio ambiente, estaremos muy pendientes de nuestros congresistas y sus aportes a una discusión que bien puede cimentar las bases para redefinir un modelo alternativo de desarrollo y un proyecto de Nación sostenible.
Twitter: @JulianSilvaCala