El primer ministro de Israel prometió este domingo 12 de febrero una respuesta más fuerte para hacer frente a una serie de ataques palestinos contra ciudadanos de su país.
Un conflicto de décadas que volvería a escalar. Israel prepara una operación a gran envergadura en Jerusalén Este y Cisjordania. Según asegura, para contrarrestar ataques de palestinos contra ciudadanos israelíes.
“El gabinete se reúne hoy para prepararse para una acción aún más amplia contra quienes llevan a cabo el terrorismo y sus partidarios en Jerusalén Este, Judea y Samaria, al tiempo que evitan en la medida de lo posible dañar a quienes no están involucrados”, aseguró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu este 12 de febrero, utilizando la denominación oficial en Israel para referirse a Cisjordania.
Aunque aún se desconocen públicamente los detalles de la anunciada operación, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, aseguró que se encuentra decidido a llevar a cabo una campaña militar a gran escala similar a la que su país lanzó en Cisjordania durante un levantamiento palestino hace 20 años.
Además, señaló que la Policía ya inició una importante campaña de cumplimiento en Jerusalén Este, que incluiría medidas que van desde la entrega de multas de tránsito hasta la demolición de casas de atacantes palestinos.
Netanyahu agregó que su Gobierno apunta a aprobar un proyecto de ley que le permitiría revocar la ciudadanía de cualquier individuo acusado de terrorismo y deportarlo.
En medio de la reunión semanal de su equipo de Gobierno, el premier ultraderechista remarcó que «la respuesta adecuada al terrorismo es atacarlo con fuerza y profundizar aún más nuestras raíces en nuestro país».
Los últimos hechos que escalan la violencia
Las declaraciones de la Administración israelí se producen tras el aumento de la tensión con los palestinos, en las últimas semanas.
El más reciente hecho fatídico se registró el pasado viernes 10 de febrero, cuando el ataque con un automóvil, a las afueras de Jerusalén, mató a tres ciudadanos de Israel.
Dos semanas antes, un palestino asesinó a siete personas frente a una sinagoga, lo que aumentó los reclamos en Israel por la situación de seguridad.
Pero las fricciones también son altas por acciones de las fuerzas del Estado judío en territorios palestinos, donde las tropas israelíes han llevado a cabo cientos de arrestos en los últimos meses durante redadas casi diarias que han desencadenado sangrientos tiroteos. Al menos 42 palestinos, incluidos hombres armados y civiles, han sido asesinados en lo corrido de este año.
De hecho, el más reciente capítulo de choques alcanzó un punto álgido el pasado 26 de enero, cuando el Ejército de Netanyahu irrumpió en el campamento de refugiados de Jenín, en Cisjordania. Un hecho en el que murieron nueve palestinos.
Israel señaló que se trató de una redada contra hombres involucrados en ataques a ciudadanos de su nación.
Siete de los nueve fallecidos allí pertenecían a grupos como la Yihad Islámica y el grupo Hamas, que controla la Franja de Gaza, según reconocieron esos movimientos islamistas.
Sin embargo, dos civiles murieron y los testigos denunciaron un uso excesivo de la fuerza en un lugar donde habitan miles de personas desarmadas, incluidas mujeres y niños.
Ese hecho desencadenó además el intercambio de bombardeos entre Gaza e Israel. Ahora, las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno más ultraderechista de la historia del Estado judío amenazan con elevar aún más la violencia.