Tras haber sido deportada desde Venezuela, Aida Merlano fue recibida con una rueda de prensa en la Dirección de Investigación Criminal (Dijin). Dijo que hará nuevos anuncios que podrían afectar a políticos de la Costa Atlántica.
La llegada de Aida Merlano a Colombia, después de haber sido deportada desde Venezuela, ha sido tan cinematográfica como su huida en 2019. En ese año, pagaba una condena por compra de votos en la costa Caribe y en plena cita odontológica, con ayuda de su hija y un supuesto rapitendero, se fugó de la custodia del Inpec.
El pasado viernes, al arribar en Bogotá a la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) e Interpol, la esperaba una rueda de prensa en la que entregó sus primeras declaraciones.
Desde un atril, con chaleco antibalas y esposada, la excongresista del Partido Conservador les agradeció a los gobiernos de Gustavo Petro y Nicolás Maduro “por agilizar el proceso de deportación”, y hacer posible que regresara a Colombia. Luego insistió en las prioridades que tiene con su llegada.
La primera es, según dijo: “hacerles frente a todos los procesos que cursan en mi contra, darle la cara a la justicia para responder por los delitos que cometí y para defenderme de los delitos que me imputaron injustamente y de los que me declaro inocente”.
Se supone que Aida Merlano debería estar enfrentando 11 años de prisión. Tras fugarse de la custodia del Inpec, fue recapturada por las autoridades venezolanas en 2020 y desde entonces ha dicho estar dispuesta a colaborar con la justicia colombiana para esclarecer el escándalo de corrupción electoral que la llevó a estar privada de su libertad y que también involucra a dos poderosas familias del Atlántico: los Char y los Gerlein.
En palabras de Merlano, dijo que va a seguir dando la batalla “hasta demostrar la inocencia en los montajes de los que fui víctima de un clan político, mafioso y de la costa Caribe”.
Aunque la excongresista no ha entregado a la Fiscalía evidencias que vinculen a la familia Char con el esquema de corrupción electoral que llevó a su condena; y en la Corte Suprema, al parecer, solo entregó fotos, chats íntimos y un video de cámaras de seguridad, ella sigue afirmando e insistiendo que se fue de Colombia para llevarse sus pruebas y poder entregarlas a estas dos entidades.
“De hecho, se le entregó a la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia. Yo espero que se haga pronta justicia y comiencen los procesos”, fue su declaración ante los medios con referencia a las supuestas pruebas que tiene en su poder.
Aida Merlano le solicitó al presidente Gustavo Petro la seguridad y la integridad de todos los miembros de su familia, “que han sido víctimas de amenazas, atentados e intentos de secuestro, denunciados hace muchos años sin eco en la Fiscalía General de la Nación. También pedirle por mi integridad, porque temo por mi vida y temo ser víctima de un atentado”, fueron sus palabras.

A la cárcel
La excongresista Aida Merlano fue trasladada en la noche del viernes a la cárcel El Buen Pastor en Bogotá, donde cumplirá las dos condenas que tiene pendientes con la justicia colombiana por corrupción electoral.
Ella permanecerá recluida bajo estrictas medidas de seguridad después de su llegada a Colombia desde Venezuela, país al que se fugó hace tres años.
Las primeras imágenes de su traslado al centro penitenciario en Bogotá muestran el momento en que agentes del Inpec realizan el proceso de toma de huellas dactilares a la excongresista, para posteriormente asignarle la celda.
El abogado de la exrepresentante, Miguel Ángel del Río, pidió velar por su seguridad y solicitó que a Merlano se le asigne una celda en el pabellón de extraditables.
Además, señaló que la vida de su familia también se debe proteger pues han sido víctimas de amenazas, atentados e intentos de secuestros.
Merlano también dijo que regresa al país con la intención de hacerle frente a todos los procesos que tiene en su contra y de los cuales es culpable, pero también para defenderse de aquellos en los que se declara inocente.

“Voy a seguir dando la batalla hasta demostrar la inocencia en los montajes en los que fui víctima de un clan político mafioso de la costa caribe”, aseguró.
Por último, Merlano exigió a la Fiscalía empezar las imputaciones por los delitos que ha denunciado y dijo que no volvió al país para ser la piedra en el zapato de nadie.