Un artículo publicado por el diario estadounidense ‘Wall Street Journal’ (WSJ) apunta que el Gobierno chino habría llegado un acuerdo con la Habana por «varios miles de millones de dólares» para instalar una base de espionaje que serviría para interceptar comunicaciones dentro de Estados Unidos. China no ha declarado sobre el tema pero tanto el Ejecutivo cubano como el estadounidense han negado las afirmaciones del periódico.
En una rueda de prensa con medios locales, el viceministro de Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, calificó el reporte del WSJ como «totalmente mendaz e infundado», además añadió que el Gobierno de la isla rechaza «toda presencia militar» externa en Latinoamérica y el caribe.
La isla de Cuba se encuentra a poco más de 160 kilómetros de territorio estadounidense, por lo que la instalación de una base de espionaje tal como la que asevera la publicación le permitiría a Beijing interceptar señales militares, tráfico naval y comunicaciones digitales entre los propios ciudadanos estadounidenses en el sureste del país.
El WSJ cita como fuentes a oficiales estadounidenses que le habrían suministrado reportes de inteligencia al diario, sin embargo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, desestimó la información incluida en el supuesto reporte.
«Hemos visto el informe. No es exacto.», mencionó Kirby para la agencia ‘Reuters’, sin embargo, añadió que la relación entre Beijing y la Habana provoca «preocupaciones reales» dentro del Gobierno estadounidense, que se encuentra monitoreando de cerca las comunicaciones entre ambas naciones.
«Nos preocupa mucho la relación de China con Cuba, y desde el primer día de la administración nos han preocupado las actividades de China en nuestro hemisferio y en todo el mundo,», sentenció el funcionario estadounidense
Por otro lado, Patrick Ryder, un portavoz del departamento de Defensa estadounidense, agregó el desconocimiento de su departamento ante tales informaciones. «No tenemos conocimiento de que China y Cuba estén desarrollando un nuevo tipo de estación de espionaje», afirmó Ryder.
Alarmas encendidas en Washington
A pesar de que los altos oficiales estadounidenses y cubanos han desestimado los reportes publicados por el WSJ, algunos miembros del hemiciclo estadounidense no han ocultado sus preocupaciones por la posibilidad de una base de espionaje en la isla caribeña.
Los senadores Mark Warner, demócrata, y Marco Rubio, republicano, dijeron en una declaración conjunta que se encontraban «profundamente perturbados» por el artículo publicado por el diario estadounidense, además, urgieron al presidente Joe Biden a «tomar medidas para prevenir esta seria amenaza a la seguridad nacional».
La información publicada por el WSJ podría truncar los avances diplomáticos entre China y Estados Unidos que, después del incidente del globo chino que fue derribado en territorio estadounidense, parecerían ser positivos, ya que ambas delegaciones estarían trabajando para que el secretario de Estado, Antony Blinken, visitara China en el futuro cercano.
En una situación similar a la crisis de los misiles de 1962, donde supuestamente la extinta Unión Soviética habría instalado misiles en la isla de Cuba y que llevo al punto más álgido de la Guerra Fría, la supuesta instalación de una base de espionaje china en la Habana podría recrudecer las diferencias entre las dos superpotencias de la actualidad.
