Que en España se forme un nuevo gobierno tras las elecciones generales del 23 de julio depende, actualmente, de que Pedro Sánchez reúna los apoyos necesarios para apuntalar su investidura como presidente del Gobierno.
El principal reto de Sánchez es cerrar un acuerdo con las formaciones independentistas catalanas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya, para lograr el voto a favor de sus 14 diputados en el Congreso.
Sin embargo, ese apoyo sólo lo ofrecen a cambio de una ley de amnistía para los políticos encausados o juzgados por promover la independencia de Cataluña en años anteriores, así como el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de Cataluña.
Aunque estas condiciones se demuestran costosas, Sánchez está buscando un encaje político y legal para aprobar una ley de amnistía que se ajuste a las expectativas de cada parte.
¿Qué es una amnistía?
La amnistía, tal y como recoge la Real Academia Española (RAE), es el perdón que los poderes públicos conceden a la comisión de un delito y a la posible pena aparejada.
“La amnistía tiene naturaleza colectiva y se ordena normalmente por razones de orden político de carácter extraordinario como el término de una guerra civil o un período de excepción”, aclara el Diccionario panhispánico del español jurídico de la RAE.
¿Cómo se aplicaría?
Tanto Junts per Catalunya (JxCat) como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) solicitan a Sánchez la aprobación de una ley de amnistía que beneficie a todos aquellos que han sido objetos de causas penales, civiles y administrativas por promover un proceso de independencia en Cataluña a lo largo de la última década.
El alcance concreto de esta amnistía todavía no está claro, ya que todavía siguen negociando cada uno de los puntos.
No obstante, en un comunicado compartido este martes por el PSOE y ERC, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, “han desbloqueado lo últimos detalles de la futura ley de amnistía”, considerando “colmadas sus expectativas y satisfechos sus principios políticos sobre esta norma”.
Pero el acuerdo todavía no se da por cerrado ya que falta la validación de Junts per Catalunya.
La intención del PSOE es registrar esta ley en el Congreso de los Diputados cuanto antes para así celebrar el debate de investidura de Sánchez.
Cabe recordar que, en octubre de 1977, las Cortes resultantes de las primeras elecciones generales celebradas tras la dictadura de Francisco Franco aprobaron una Ley de Amnistía que benefició a los presos y condenados por delitos de intencionalidad política cometidos previo a la promulgación de esta ley.
Ocurrió en plena legislatura constituyente, donde el principal objetivo del Congreso de los Diputados y el Senado fue trabajar en la Constitución que finalmente fue aprobada en referéndum en 1978. Un paso indispensable para que el país materializara su transición del franquismo a la democracia.