«Fue otra noche de matanzas y masacres», describió, en medio de los gritos de personas entre los escombros, Saeed Moustafa, residente del campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, tras nuevos ataques del Ejército israelí este jueves 28 de diciembre.
Las tropas del país dirigido por Benjamin Netanyahu bombardearon ciudades, pueblos y campos de refugiados a lo largo del enclave, lo que dejó al menos 210 palestinos muertos en las últimas 24 horas, señaló el Ministerio de Salud gazatí.
La cartera agregó que la cifra total de víctimas mortales, desde el pasado 7 de octubre, aumentó a 21.320.
Tanques israelíes avanzaron este jueves profundamente hacia zonas del centro de ese territorio palestino, después de días de incesantes bombardeos.
Un periodista local publicó fotografías de vehículos del Ejército cerca de una mezquita en una zona urbanizada de Bureij, que aparentemente había avanzado desde las afueras del este.
Más al sur, las fuerzas israelíes atacaron el área alrededor de un hospital, en el corazón de Khan Younis, la principal ciudad del sur de la Franja de Gaza, donde los residentes temen un nuevo avance terrestre hacia un territorio poblado de familias que se quedaron sin hogar tras 12 semanas de guerra.
La parte oriental de Bureij también fue escenario de intensos combates en la mañana de este 28 de diciembre, con tanques israelíes que arribaron desde el norte y el este, describieron los residentes.
ONU denuncia éxodo de gazatíes
La destrucción se registra en todo el enclave, principalmente en el norte, y ante el temor de que, en ciudades del sur, como Khan Younis y Rafah, ocurra algo similar por la expansión de la ofensiva israelí, miles de palestinos que ya se habían desplazado de sus hogares tuvieron que huir de nuevo. Un éxodo que preocupa a la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA).
«Más de 150.000 personas (niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con discapacidades y ancianos) no tienen adónde ir«, afirmó la entidad de la ONU.
En total, según cifras de Naciones Unidas, alrededor de 1,9 millones de personas, entre una población de 2.4 millones de habitantes, se encuentran desplazadas
«Ese momento ha llegado, desearía que nunca sucediera, pero parece que el desplazamiento es una necesidad (…) Ahora estamos en una tienda de campaña en Deir al-Balah, debido a esta brutal guerra israelí», indicó a Reuters Omar, de 60 años, quien se negó a dar su apellido por temor a represalias.
El hombre agregó que se vio obligado a mudarse con al menos 35 miembros de su familia.
