Los niños y jóvenes estudiantes del municipio de Puerto Wilches debieron ser devueltos a sus casas. En su primer día de labores académicas, los docentes debieron cancelar sus clases y tal vez de manera indefinida, debido a que la Electrificadora de Santander (ESSA) les suspendió el servicio de energía.
Según pudo conocer Corrillos!, los planteles públicos tienen una deuda con la compañía de energía eléctrica que asciende a los $920 millones. Al parecer, la Alcaldía de Puerto Wilches hace cinco años no paga las facturas, por lo que la ESSA decidió dejar a oscuras los establecimientos de enseñanza.
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El alcalde de Puerto Wilches, José Elías Muñoz, manifestó que está buscando soluciones al problema, “heredé esa deuda, pero la verdad no hay plata para pagar todo ese dinero, estoy tratando de renegociar lo que se le debe a la Electrificadora”.
Puerto Wilches vive por estos días fuertes temperaturas, por encima de lo ‘normal’, por lo que “los estudiantes no podrían entrar a clases, porque no soportarían las altas temperaturas en las aulas, por la suspensión del servicio de energía”, manifestó un padre de familia, al tiempo que culpan a la administración municipal de dicha situación.
Por su parte, la Secretaria de Educación de Santander, Doris Gordillo, expuso que “se analiza la posibilidad de ayudar económicamente a la Alcaldía de Puerto Wilches, para solucionar la falta de energía en los colegios, pues es un tema grave, los alumnos así no pueden asistir a clases”.
Por ahora, y durante las próximos días, los estudiantes deberán seguir en vacaciones ‘forzadas’, mientras que el alcalde no cumpla con la obligación con la Electrificadora.
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