Por: Irving Herney Pinzón/ Aristóteles en sus compendios sobre ética hablaba sobre la virtud y a propósito decía que “In médium Virtus est”, es decir que la virtud estaba en el medio, en la armonía de contrarios, lo que popularmente nuestros abuelos en su sabiduría decían “ni mucho que queme el santo, ni poco que no le alumbre”. Una persona apegada al dinero termina siendo un codicioso y si es exageradamente despegado sería un despilfarrador; ¿a que viene esta sabia enseñanza de Aristóteles? Pues la respuesta es que la izquierda no puede entenderse independientemente, si no es en su relación y gracias a la existencia de la derecha, algo así como la relación que guarda el frío y el calor, la luz y la oscuridad, entre otros.
Ahora bien, la izquierda y la derecha desde el ámbito político, económico y social no son iguales en todos los países y realidades, hay que contextualizarla, es decir, a pesar que guarda una gran relación, tienen algunas diferencias propias de su entorno e historia particular de cada estado y por su puesto del grado de influencia que algunos de nuestros políticos e ideólogos criollos, le han impreso de acuerdo a sus intereses particulares y colectivos, que han terminado desviando el significado de estos conceptos y han polarizado el país, llenándolo de odios infundados, bajo la premisa de Nicolás Maquiavelo “divide y vencerás” entendiendo como “izquierdoso” a aquel supuesto guerrillero, perezoso, comunista, que quiere todo regalado, etc., y al “derechista” como el paramilitar camuflado, explotador, ignorante, seguidor ciego, analfabeta político, masoquista y servidor del opresor; expresiones que carecen de fundamento, alejadas de la realidad y que nos sumergen en esa ofensa y rivalidad constante contra aquellos que piensan diferente a mí.
Ahora bien, antes de seguir en esta presentación de ideas, cuyo objetivo es ayudar a comprender nuestra realidad política y a entender a qué nos referimos cuando mencionamos estos dos conceptos: izquierda y derecha; es importante reconocer la importancia de la lectura, de romper esos paradigmas que encuentran su asidero en las redes sociales, que se presentan a través de un meme o una frase repetida y trillada, o en los discursos repetidos de algún demagogo, para tener los suficientes argumentos y poder defender nuestros pensamientos o tesis, veamos ahora si un poco del recorrido histórico y del análisis conceptual de lo que significa izquierda y derecha.
Todo tiene su origen en la Revolución Francesa y, más concretamente, en la convocatoria de los Estados Generales por el rey Luis XVI en 1789. Los Estados Generales eran una asamblea, creada por Felipe IV en 1302, que reunía a representantes de cada estamento del Antiguo Régimen: el clero (primer estado), la nobleza (segundo estado) y los representantes de los pueblos (tercer estado). Cada uno de los tres estados contaban aproximadamente con el mismo número de representantes, pero el voto era estamental, lo que en la práctica significaba que la nobleza y el clero, tradicionalmente aliados, siempre imponían su parecer.
En una reunión después de la Revolución Francesa surgió un tema a debatir y fue el de si era posible que el Rey tuviera la capacidad para impedir leyes aprobadas por la asamblea legislativa, a raíz de ello, los que estaban a favor se situaron a la derecha del presidente de la asamblea, mientras que los que estaban en contra lo hicieron a la izquierda. Los de derecha aprobaban el continuismo de una monarquía con una constitución política y los de izquierda con la creación de una república con representación de todos los sectores.
He aquí la causa e inicio de los principios políticos de estos dos conceptos: más adelante con el desarrollo del capitalismo, la burguesía, gracias a sus riquezas, reemplazó a los aristócratas y asumió la derecha, defensores de las políticas de los grandes capitalistas, banqueros y empresarios, mientras que la clase obrera, es decir los trabajadores, cada vez más numerosos y organizados, a través de políticas sindicalistas, sobre la protección de sus derechos, (jornada laboral, permisos, servicios fundamentales, sueldos etc.), en contra de las políticas de explotación laboral, lleno poco a poco lo que hoy se llamaría: izquierda. A la derecha se sentaban los de ideas conservadoras y a la izquierda los que promovían las ideas de la revolución y la ilustración Francesa: “Libertad, igualdad y fraternidad”
La izquierda defiende la equidad, sobre todo de oportunidades, la protección de los derechos de los trabajadores, derechos pensionales, que los servicios como la salud y la educación sean públicas, es decir responsabilidad del estado, la libertad religiosa; la izquierda no es socialismo, ni comunismo, son tendencias políticas diferentes, la izquierda ha compartido principios propios de la iglesia católica expresados en la teología de la liberación donde se hace una opción preferencial por los pobres, de ahí su cercanía con las clases menos favorecidas y el apoyo dado por la clase media trabajadora.
La llamada tendencia progresista busca que exista «capitalismo con rostro humano», no el actual que es salvaje, explotador, globalizante, proponen un modelo que supere la democracia representativa e incorpore elementos de democracia participativa y directa donde el pueblo controle a sus representantes en las corporaciones que evidencian la existencia de los tres poderes; promueven la solidaridad con los más desfavorecidos.
Algunas posturas minoritarias de izquierda tienden a defender la despenalización o la legalización de las drogas blandas como la marihuana; suele enfocar la sexualidad de forma abierta, considerándola como una más de las libertades de cada persona. También promueve la no discriminación contra la mujer; la reinserción y rehabilitación de los delincuentes; la defensa de los derechos de las minorías y el cuidado del medio ambiente, de ahí sus políticas en contra de la minería y la dependencia de los hidrocarburos, la importancia de las energías alternativas y la necesidad de fortalecer la producción agrícola, empoderando al campesino.
Por el otro lado, la derecha, tiene como principios: la tradición, el orden, la identidad nacional, la religión y el apoyo económico a las grandes empresas (bancos, multinacionales, etc.) que promueven el desarrollo económico, la inversión y el empleo (estableciendo leyes que les permita crecer, disminuyendo impuestos, reformas pensionales y laborales, “horas extras, jornadas dominicales, ampliar edad de pensión” etc.) promueven el libre mercado y disminuir la protección social, de ahí su inclinación a privatizar las instituciones y empresas públicas, sus políticas de defensa de la familia y su alianza con los diferentes grupos religiosos; los gobiernos de derechas favorecen la economía de las empresas para que sean éstas las que generen la riqueza en un país, por eso, los gobiernos de derecha suelen beneficiar más a los empresarios (porque son los que generan dinero) que a los trabajadores. Por sus principios de respeto a la tradición no simpatiza con la ideología de género.
De acuerdo a lo anterior es necesario establecer que el socialismo y el comunismo son degeneraciones de la izquierda, así como lo fue el nacionalismo, el fascismo, o el franquismo para la derecha; a veces no son las tendencias ideológicas solamente, sino sus dirigentes, aunque la ideología marca considerablemente. Cada uno extraerá sus propias conclusiones, asumirá y delegará las responsabilidades en todo este desorden social que existe al servicio de la corrupción, la politiquería, la mezquindad, la explotación, entre otros problemas grandes que vive nuestro hermoso país.
*Magister en Educación, Docente Investigador Filosofía y Ciencias Sociales y Candidato a Doctor en Educación.
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