Según las autoridades, el autobús que transportaba más de 60 migrantes perdió el control y cayó a un precipicio. Al menos 39 personas murieron y 23 resultaron heridas. Se desconocen las identidades de las víctimas. El Gobierno lamentó el accidente y prometió investigaciones.
Un bus en el que viajaban 66 migrantes cayó a un precipicio en la madrugada de este miércoles 15 de febrero, dejando según las primeras informaciones al menos 39 personas muertas y 23 heridos, entre ellos cinco menores de edad.
El grupo de migrantes estaba en tránsito entre la provincia de Darién, en los límites con Colombia, y Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
Hasta el momento las autoridades no han liberado detalles sobre la identidad de las víctimas, aunque avanzaron que en el bus se encontraban nacionales y extranjeros.
El presidente de Panamá, Nito Cortizo, no tardó en reaccionar a través de Twitter a la tragedia, asegurando que Panamá proporcionará toda la asistencia médica necesaria a los heridos.
Según el medio ‘La Estrella de Panamá’, el ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, confirmó que están investigando los hechos y sus posibles causas.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el accidente podría ser consecuencia de una negligencia del conductor. Las investigaciones señalan que el conductor desconocía la ruta hasta el albergue donde se iba a trasladar a los migrantes y cuando se equivocó intentó regresar y provocó un accidente con otro microbús, cayendo posteriormente a un precipicio.
El accidente sucedió en las inmediaciones de uno de los puntos más conflictivos de América Latina, el Tapón del Darién. Esta inhóspita región posee una geografía extremadamente compleja debido a que es una cordillera con una densa selva y tiene carreteras muy precarias y tramos en los que solamente se puede avanzar a pie.
Durante los últimos años se ha convertido en un punto crítico de tránsito de migrantes que viajan desde Sudamérica con la intención de llegar a Estados Unidos. Solamente el año pasado se reportaron 248.000 personas atravesando la frontera entre Colombia y Panamá, lo que supuso un récord histórico. Estas personas se enfrentan a peligros que van desde grupos armados que trafican con personas a animales selváticos y condiciones climáticas extremas.
El bus accidentado pertenece a la flota de transporte que el Gobierno panameño se compromete a proporcionar a los migrantes que llegan a su territorio para llevarlos a la frontera con Costa Rica con el objetivo de que sigan camino hacia el norte.
Según las autoridades, durante las próximas horas se seguirán investigando los detalles de lo sucedido y la identidad de las personas fallecidas en el incidente.