La situación no puede ser peor. Además de la suspensión de la ejecución del programa, que afecta a los estudiantes de 82 municipios no certificados del departamento, el Comité de Transparencia por Santander puso en evidencia el alto riesgo de contaminación al que están expuestas las raciones alimentarias que suministran los contratistas del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Cabe recordar que la operación se detuvo desde el pasado 3 de agosto de 2018, ante la negativa de la interventoría de vigilar el contrato. Antes de finalizar el contrato el pasado 6 de agosto, la Secretaría de Educación de Santander le ofreció a la interventoría y al operador del PAE, una adición en tiempo y dinero para la continuidad de su operación, dado que se podían adicionar 26 días de acuerdo a la normatividad.
Al no aceptarse la propuesta por parte de la interventoría, el programa se quedó sin vigilancia y por lo tanto no se puede desarrollar. “Ahora se busca una estrategia bajo el amparo de la ley, que permita hacer seguimiento, control y vigilancia de la ejecución de los días que faltan para el fin del periodo académico”, reconoció la secretaria de Educación, Doris Gordillo.
Sin embargo, el gobierno departamental deberá afrontar otro problema y tal vez mayor, porque se trata de la salud de los infantes que reciben a diario el alimento del programa PAE. El Comité de Transparencia por Santander dio a conocer los resultados de las pruebas de laboratorios practicadas aleatoriamente en todos los municipios, incluyendo Bucaramanga.
María Juliana Acebedo, líder de la veeduría, indicó que se aplicaron pruebas especializadas que arrojaron resultados que generan preocupación. Las pruebas microbiológicas al PAE las realizó el laboratorio bacteriológico de alimentos Labalime.
El informe del Comité de Transparencia por Santander realizó 15 pruebas aleatorias en el PAE departamental y seis en el PAE Bucaramanga. Los resultados generan “un proceso sensible, delicado y muy importante que merece toda la atención”, estimó la señora Acebedo.
Dijo que, con respecto al PAE Santander, 11 muestras que no cumplen las especificaciones técnicas de 15 tomadas y del PAE Bucaramanga de seis muestras tomadas solo una no cumplió con las características técnicas.
“Estos resultados deben ser un llamado de atención a las entidades contratantes para que apliquen los correctivos y los planes de mejora necesarios para un suministro del alimento en óptimas condiciones”, agregó la veeduría.
El informe deja en claro que en los PAE Santander y Bucaramanga, se evidencia la falta de higiene por parte de las manipuladoras, así como la falta de sanidad en las instalaciones donde se preparan las raciones.
Dentro de dichas afectaciones, la “frotis manos” (falta de higiene de las manos de las manipuladoras de alimentos) es la irregularidad más recurrente dentro de la operación del PAE. Le siguen, la “frotis superficie” (falta de aseo de los lugares o instrumentos donde y con los cuales se preparan los alimentos).
Cabe recordar, que en lo que respecta al PAE Bucaramanga, la alcaldía contrató desde el año pasado la operación para toda la vigencia del calendario escolar del 2018, invirtiendo $18 mil millones en el contrato para la operación, ejecutado por dos contratistas quienes son los encargados de suministrar las raciones alimentarias a 32.500 estudiantes de colegios públicos.