El peluquero más antiguo de Bucaramanga falleció a los 103 años. Don Pablo Antonio Ardila Aguillón se distinguió como líder religioso y cívico en la Iglesia San Laureano y en los barrios Alfonso López y La Joya.
Falleció el peluquero más antiguo de Bucaramanga. Tenía 103 años y desde hacía muchos años era reconocido en el barrio La Joya en donde residía con su familia y tenía su peluquería.
En los dorados años veinte, a finales de enero de 1.920 nació en Bucaramanga Pablo Antonio Ardila Aguillón.
Vivió en el barrio Alfonso López y se distinguió porque ayudaba en la iglesia. Fue un líder religioso de la iglesia católica, en particular en la Parroquia San Laureano, que está allí muy cerca del triángulo que forma el centro de poder en la capital santandereana: El Palacio de Justicia, la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga, allí está la Iglesia San Laureano y diagonal a ella la Parroquia de Los Dolores, en donde mucha gente se casa en Bucaramanga.
Pablo Antonio Ardila Aguillón fue empleado del municipio durante mucho tiempo hasta el momento de retirarse para disfrutar su jubilación.
En ese momento vivía en el barrio Alfonso López en donde hacía parte del Comité Liberal en compañía de Eliécer Niño con quien había fundado ese Comité del Partido Liberal en el barrio Alfonso López.
Don Pablo Antonio estaba casado con Alejandrina Álvarez y vivieron en el barrio Alfonso López hasta que el Instituto de Crédito Territorial -ICT- construyó el barrio La Joya y allá compraron una casa. Ya retirado de ser empleado del municipio, don Pablo Antonio abrió la peluquería muy conocida como la Peluquería Ardila o la Peluquería de Don Pablo en la calle 37 con carrera segunda del barrio La Joya.
Al principio fue el único peluquero del barrio y hasta allá llegaban los hombres a mandarse a realizar el corte de cabello. En esa época las mujeres iban al salón de belleza y los hombres a la peluquería y barbería. Se tenían cortes como el desvanecido, el militar, el argentino cuadrado, y el chipolo, entre muchos otros. Había un cuadro en la pared en donde estaban los dibujos y los nombres de los cortes para que cada uno eligiera su estilo.
Don Pablo Antonio era de los peluqueros tradicionales que utilizaba la toalla con el agua caliente para abrir lo poros y hacer la rasurada con suavidad y propiedad. Utilizaba además la piedra de alumbre para suavizar los lugares rasurados, como las patillas, la nuca y el cuello.
Don Pablo Antonio fue padre de cuatro hijos, tres hombres y una mujer, la hija Secretaria de la Clínica Santa Teresa, un hijo se graduó de médico cirujano luego de estudiar la nocturna en el Colegio Santander, otro de sus hijos es joyero.
Don Pablo Antonio además fue un reconocido líder cívico en el barrio La Joya.
Su partida despide además a una tradición de peluqueros que dejó paso a los modernos estilistas y a los salones unisex en donde los cortes y modelos se escogen por revistas de moda o por internet y ya no por el viejo y añorado cartel.