Los resultados de la encuesta de Invamer conocida este miércoles 28 de febrero, le dejó al gobierno de Bucaramanga un sabor agrio, por lo que el alcalde Jaime Andrés Beltrán tendrá que hacer un viraje inmediato y de 180 grados en su estrategia de manejo de imagen.
La medición bimensual de mandatarios territoriales trae consigo dos variables claves: la aprobación (y desaprobación) del gobernante y el nivel de optimismo de los ciudadanos sobre el futuro de su territorio.
En ambas variables, el ‘Bukele’ bumangués sale mal librado. Por un lado, inicia su mandato con el nivel más alto de desaprobación de su gobierno frente a los cuatro alcaldes que le antecedieron y en la misma medición, supera en esta cifra negativa a sus pares de Medellín, Barranquilla, Cali y Bogotá. Y, por el otro, históricamente tiene el más alto pesimismo de percepción ciudadana acerca de que las cosas pueden mejorar.
Las cifras de desaprobación y el negativismo de los bumangueses sobre el futuro de la ciudad, se convierten en un primer llamado de atención para el gobernante reoriente su estrategia de comunicación, para que no se le cumpla el adagio de “lo que empieza mal, termina peor”.
‘Aprobación’ con más pena que gloria
Aunque Jaime Beltrán es comunicador social de profesión, por el momento, lo revelado por Invamer en su medición de febrero, le permite establecer que la estrategia de comunicación -lo que debería ser su fuerte-, esa de aparecer “hasta en Minuto de Dios”; no es la más acertada.
El mandatario bumangués alcanzó el 61% de aprobación de su gobierno en los dos meses de mandato. Sin embargo, esa cifra lo ubicó -en la misma encuesta- por debajo de sus pares de Medellín (76%), Barranquilla (74%) y Cali (64%) y solo pudo superar al de Bogotá (54%).
En esa misma variable de ‘aprobación’, Beltrán Martínez -según los datos históricos de Invamer- arranca su gobierno con la más baja aprobación, frente a sus antecesores. En esos dos primeros meses de mandato, Luis Francisco Bohórquez (70%) y Rodolfo Hernández (79%) obtuvieron mejores calificaciones en ‘aprobación’ que Beltrán y con Juan Carlos Cárdenas (61%) empató.
‘Desaprobación’, la más alta
Otro de los agujeros negros que debe tapar el alcalde de Bucaramanga si desea ser popular como el ‘Bukele’ original, es su nivel de ‘desaprobación’. En la medición de febrero de Invamer obtuvo el 28%, siendo la más alta entre sus colegas de Medellín (17%), Cali (21%), Bogotá (24%) y Barranquilla (25%).
En esa misma variable de ‘desaprobación’, Beltrán también salió mal librado entre los mandatarios bumangueses que le antecedieron. Luis Francisco Bohórquez (18%), Rodolfo Hernández (10%) y Juan Carlos Cárdenas (20%), tuvieron mejores cifras de desaprobación en su primer bimestre de administración que el gobernante actual.
El pesimismo se mantiene arriba
Y como si las cosas no pudieran ser peores, el arranque del gobierno de Jaime Beltrán no pudo cambiar la desmotivación que tienen los bumangueses sobre el futuro de la ciudad.
Para el 61% de los bumangueses, las cosas tienden a empeorar y solo el 29% creen que podrían mejorar.
Aunque la culpa de ese pesimismo es de Juan Carlos Cárdenas, quien dejó en un 79% esa percepción negativa, se creía que las cosas tendrían tendencias más optimistas, tal como lo expresa el adagio popular “escoba nueva barre bien”. Pero el alcalde en ejercicio no pudo cambiar esa cifra y en el registro histórico pasará a ser el mandatario que inicia su mandato con la más alta tasa de incrédulos frente al futuro de la ciudad.
A la pregunta, en general, ¿cree usted que las cosas en Bucaramanga están mejorando o empeorando?, las cifras no le favorecen a Beltrán.
En los inicios de sus respectivos gobiernos, Luis Francisco Bohórquez (37%), Rodolfo Hernández (31%) y Juan Carlos Cárdenas (43%), tuvieron cifras menos pesimistas que el actual gobernante (61%).
Según las cifras de la encuesta de Invamer, en estos primeros 60 días de gobierno de Jaime Beltrán no hay mucho para celebrar.