La inflación se desaceleró en febrero en Brasil a sus mínimos para dicho mes en más de 25 años, según una medición de precios al consumidor de mitad de mes divulgadas el jueves, lo que sugiere pocas presiones inflacionarias en la economía.
La tasa mensual de inflación de precios al consumidor IPCA-15 hasta mediados de febrero bajó a 0,22% desde 0,71% un mes antes, el menor nivel desde que el “Plan Real” fuera lanzado en 1994 para terminar con la histórica hiperinflación del país.
La cifra fue levemente menor a la mediana proyectada de 0,24% en un sondeo de Reuters entre economistas y ayudó a reducir la tasa anual de inflación a un 4,21% desde un 4,34% en enero, también levemente por debajo de los pronósticos.
La tasa de inflación acumulada en lo que va del año es de 0,93%, dijo el IBGE.
De los nueve grupos de bienes y servicios sondeados, tres cayeron. El costo del vestuario bajó un 0,83%, salud y cuidado personal retrocedió un 0,29% y alimentos y bebidas descendió un 0,1%. La mayor alza, en tanto, la registraron los costos de la educación, que escalaron un 3,61%, un efecto estacional a menudo visto al inicio del año escolar, según el IBGE.
Aunque la tasa interanual se mantiene sobre un 4%, la meta oficial del Banco Central para este año, el panorama general es de presiones de precios contenidas y una notable falta de traspaso inflacionario a partir de los mínimos récord en los que cotiza la moneda local, el real.
Según el sondeo semanal “FOCUS” del Banco Central entre economistas, el promedio para la inflación a final de año es de 3,22%, muy por debajo del objetivo del 4%.
