Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista/ “Tiene miedo… el mundo es un absurdo. Es la doble acumulación de riqueza y de pobreza. Los dos polos opuestos en que vive la sociedad mundial. La otra es la explotación total del planeta. Es la pesadilla de una parte errante de la humanidad. Vivimos en la nauseabunda relación del crimen y el poder, patrocinado por la violencia del Estado. Se ha llegado a la culminación del misterio de la megapolítica en la multiforme bolsa de resistencia de la humanidad contra el neoliberalismo.
Por ello tracé un crucigrama pensando en millones de personas en el mundo que están saliendo de la cuarentena por la Covid-19. El mundo estuvo y sigue paralizado, cada país tiene sus decretos, protocolos sanitarios, sociales y económicos. Muchos recuerdan que los lugares que una vez estuvieron llenos del ajetreo y el bullicio propio de la vida cotidiana se convirtieron en pueblos fantasmas con restricciones masivas. Después de dos meses y medio vuelven a esa nueva vida consumista, donde los estados no ven como organizan las finanzas de la afectación para favorecer a los comerciantes.
El inventario no termina, se han cerrado fábricas, negocios, colegios y universidades, muchos con deudas sin atención de los bancos, bajo las restricciones de los viajes y siguen prohibidas las reuniones tumultuosas, todo ha tenido una regla sin excepción, pero violada por quienes nunca se acogen a la ley por su libre albedrio a la vida, porque su irresponsabilidad no tiene nombre.
La respuesta global a esta pandemia no tiene precedentes. Cada siglo se ha reportado el diezmar de la población, en su mayoría por las pestes, fenómenos naturales, guerras y conflictos armados. El mundo vive en su caja de pandora. ¿Pero cuándo terminará y cuándo podemos seguir con nuestras vidas, sin que exista esa barrera de ricos y pobres? Muchos escritores, estudiosos de las ciencias sociales y filósofos han dejado escritos, que no son profecías, sino la realidad. El hombre vive devorándose entre su misma especie: Hienas y lobos. Un solo objetivo por la inteligencia artificial, el armamentismo y la economía.
¿Cómo se están pensando las estrategias para continuar en un mundo cambiante, que vive a plenitud el presente? Lo que necesitan los países que ya han alcanzado el pico de la epidemia, es tener claro cuál va a ser la salida, es decir, cómo van a levantar las restricciones y volver a la normalidad, pese que el coronavirus no va a desaparecer. Todo queda bajo esta preocupación… si levantan las restricciones que frenan el virus, entonces los casos inevitablemente se dispararán.
En todo este maremágnum de una guerra silenciosa contra el virus que seguirá haciendo estragos como otras pestes que se han quedado en los seres humanos, se multiplicarán las muertes, pero rara vez bajo otra dimensión de los diagnósticos que la ciencia epidemióloga y médica dicte. Todo mientras salga a la luz pública la vacuna que detendrá la cepa.
El profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas de la Universidad de Edimburgo, Científico Mark Woolhouse, manifestó: “Tenemos un problema en cuanto al cuál debe ser la estrategia de salida y cómo vamos a salir de esto”. Igualmente, muchos en sus laboratorios pensarán lo mismo. Cada país tiene una estrategia de salida. Un gran desafío científico y social. Mientras un sector de la población se comporta como veletas al viento.
Muchos países se han trazado tres metas para salir de este enfrentamiento contra la Covid-19: Vacunación (que durará entre 12 a 18 meses); que un número suficientes de personas desarrollen la inmunidad tras contraer la infección y por último cambiar los comportamientos como sociedad en las rutas de propagación del coronavirus.
En la historia de la humanidad, distintos modelos sociales se han disputado el enarbolar el absurdo como distintivo del orden mundial. Seguramente el neoliberalismo tendrá un lugar privilegiado a la hora de los premios, porque el reparto de la riqueza social no hace más que distribuir un doble absurdo de acumulación de riquezas en manos de unos pocos, y la acumulación de pobreza en millones de seres con necesidades.
El mundo que viene es de injusticia y desigualdad. Los extremos que matan más que las pandemias. El planeta tierra, tiene 7 mil 700 millones de seres humanos; solo 700 millones de personas viven con las comodidades, mientras los 7 mil millones padecerán pobreza, hambre, muchas tratarán de sobrevivir. Este absurdo es un balance entre ricos y pobres, la cuantitativa criminal, los extremos, donde los bancos en minoría son dueños de la tierra y los dueños de las riquezas de este planeta y los miles de millones de dólares. En parte la pandemia nos conllevó al sofisma de la distracción para que muchos mueran, sin entender la realidad.
*Poeta y escritor.
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