Por: Javier García Gelvez/ A pesar de los esfuerzos por brindar ayuda socioeconómica a las familias más vulnerables, las consecuencias negativas señaladas en informes como el del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2013 nos instan a reflexionar sobre la sostenibilidad y buscar alternativas más efectivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos colombianos.
Aunque se concibieron como una solución temporal, los subsidios pueden convertirse en una muleta económica que inhibe el verdadero desarrollo. La prolongación indiscriminada podría tener efectos negativos sobre la inversión privada y la participación activa en el mercado laboral, según advierten los informes de este organismo.
Frente a la realidad de que los subsidios podrían desincentivar la inversión privada, se vislumbra la necesidad de promover políticas que impulsen la creación de industrias y generen empleo de manera sostenible, toda vez que los inversionistas, al no ver beneficios asociados a las ayudas sociales, podrían reorientar sus recursos hacia proyectos que fomenten el crecimiento económico de manera más integral.
Reconozco que otorgar subsidios no es inherentemente perjudicial, no obstante, propongo que su asignación se realice de manera más selectiva y bajo un escrutinio más riguroso y a cambio se destinen recursos hacia proyectos que estimulen el crecimiento económico sostenible y que generen empleo como estrategia efectiva y equitativa.
La distribución de subsidios debe ser una tarea cuidadosa y consciente, estudios empíricos, especialmente en el sector de la salud, han revelado que la expansión del sistema de protección social incentivó la informalidad laboral y plantea preguntas sobre la eficacia de los subsidios en la mejora real de las condiciones de vida.
Dejo acá la propuesta de ahondar en una transición hacia la creación de industrias que no solo generen empleo, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible del país, estas industrias podrían centrarse en sectores como la tecnología, las energías renovables, la agricultura sostenible y la educación, buscando abordar no solo las necesidades económicas inmediatas, sino también promoviendo la autenticidad y la autosuficiencia.
Se ha evidenciado que la prolongación indiscriminada de los subsidios, consume ingresos gubernamentales y desvía fondos hacia sectores no productivos, generando un aumento excesivo del consumo, este escenario no contribuye al verdadero desarrollo sostenible y podría, a largo plazo, perjudicar la capacidad del país para enfrentar periodos de crisis económica.
En lugar de depender exclusivamente de subsidios, propongo un enfoque más orientado a la innovación y el desarrollo, inspirándonos en ejemplos internacionales, como el caso de Indonesia que, al recortar subsidios a los combustibles, experimentó un aumento en el mercado de valores y la estabilización de la moneda, podemos vislumbrar un camino hacia la independencia económica y la creación de empleo sostenible.
Es fundamental abordar la deserción académica asociada con la dependencia de subsidios, se observa la necesidad de promover iniciativas que estimulen la educación y la formación continua, preparando a los ciudadanos para participar activamente en las nuevas industrias emergentes y contribuir al crecimiento económico del país.
En conclusión, los subsidios en Colombia plantean desafíos significativos en términos de sostenibilidad y desarrollo económico real, urge un cambio de enfoque hacia la creación de industrias sostenibles que no solo generen empleo, sino que también promuevan la autonomía y la prosperidad a largo plazo, la inversión en proyectos que fomenten la innovación y el desarrollo podría ser la clave para superar la dependencia de subsidios y construir un futuro más próspero y equitativo para los ciudadanos colombianos.
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*Contador Público, Especialista en Revisoría Fiscal y Magister en Gestión de la Tecnología Educativa.