El cardenal y arzobispo de Múnich y Freising, Reinhard Marx expresó en una carta su decisión, aceptando que tiene «corresponsabilidad» en la «catástrofe de los abusos sexuales» por parte de clérigos de la institución católica, en las últimas décadas.
Marx, de 67 años, arzobispo de Munich y Freising, quien dirigió la Conferencia Episcopal Alemana desde 2014 hasta 2020, publicó en línea partes de su texto sobre su dimisión al papa. Allí indicó que otra de las razones por las que quiere renunciar es que, a su juicio, la iglesia había llegado a «un punto muerto», y que las investigaciones sobre abusos sexuales han mostrado «mucho fracaso personal y errores administrativos».
Asimismo, sostuvo que la resolución de abandonar el cargo tiene como fin dejar «un signo personal» para que se produzca «un nuevo comienzo» en la institución.
«Quiero mostrar que el puesto no está por delante, sino el encargo del Evangelio», escribió el cardenal a Bergolio.
Arquidiócesis bajo la mira
A finales de mayo de este año, se creó la comisión apostólica sobre los casos de abusos en la arquidiócesis de Colonia, al sur de Alemania, bajo la autoridad del arzobispo Rainer Maria Woelki. Woelki había confirmado en marzo que su arzobispado “encubrió” estos atropellos a menores entre 1946 y 2018.
El informe encontró que altos jerarcas de la Iglesia católica conocían los casos de abusos sexuales a menores y no los reportaron ni actuaron debidamente. El arzobispo de Hamburgo, un ex funcionario de la iglesia de Colonia, que fue criticado en esa investigación, ofreció su renuncia al papa Francisco y se le concedió un «tiempo fuera» sin fecha final.
En 2018, un informe realizado por la iglesia confirmó que más de 3.500 personas fueron abusadas por el clero en Alemania entre 1946 y 2014. Más de la mitad de las víctimas tenían menos de 13 años, y casi un tercio de ellas eran monaguillos, de acuerdo al informe.