Ningún país de América Latina logró avanzar en 2020 en el ranking de competitividad mundial que elabora anualmente el Centro Mundial de Competitividad de la escuela de negocios suiza Institute for Management Development (IMD). Por el contrario, empeoraron su posición.
La competitividad, medida como qué tan atractivo es un país para que los inversionistas confíen su dinero en él, se vio afectada el año pasado en la región por cuenta de la pandemia del coronavirus y sus evidentes consecuencias sobre la economía y el empleo.
La clasificación de 64 países incluye siete latinoamericanos: Chile, México, Colombia, Brasil, Perú, Argentina y Venezuela que, en su conjunto, bajaron en promedio tres escalones.
La mayor caída la registraron Chile -que en 2017 llegó a ocupar el puesto 35- y Perú. Cada uno perdió seis puestos hasta situarse en el 44 y 58, respectivamente.
México y Colombia cayeron dos lugares hasta el 55 y el 56, respectivamente, mientras que Brasil cedió una posición y quedó en la 57.
Argentina y Venezuela, por su parte, ocupan el deshonroso fondo del ranking y, de acuerdo con el informe, no hay muchas perspectivas de mejora si se tiene en cuenta su evolución negativa en los últimos cinco años.
A nivel global, Suiza encabeza la clasificación tras ascender desde la tercera posición, gracias a la inversión internacional, el empleo y aspectos relacionados con la educación, las finanzas públicas y el marco institucional. Le siguen, en su orden, Suecia y Dinamarca.
Por regiones, Asia oriental y central y Europa occidental y oriental ascendieron en la clasificación general, mientras que América del norte y del sur, Asia occidental y África empeoraron.
