Por: Fray Andrés Julián Herrera Porras, O.P/ La velocidad de los datos hace que constantemente estén apareciendo nuevas tendencias y desapareciendo las que parecía que no desaparecerían jamás. Es completamente anormal que una noticia dure más de cinco horas como tendencia en redes sociales y cuando sucede, parece que nos empieza a hacer como un cierto estorbo, como que nos complica la nueva forma de ver la realidad.
Ahora bien, esto no quiere decir que no existan modelos que pervivan en el tiempo; por el contrario, la idea de finitud acelerada de las tendencias es parte del modelo que llegó para quedarse. El problema es que además de consumista, hace que todos nos movamos en medio de la inmediatez y con ello, que cometamos muchos errores. ¿Cuántos no hemos tenido que corregir de alguna manera un texto de WhatsApp o de alguna red social porque lo enviamos mal? ¿Cuántas veces hemos quedado en ridículo por la inmediatez?
Siguiendo con la reflexión, usted que me lee estará de acuerdo si le digo que, a pesar de su mensaje errado que quizá lo obligó a corregir pronto, buena parte de esos errores no pasan de un par de risas. Sin embargo, no es lo mismo cuando alguien se equivoca con información fundamental para determinada operación, o cuando, por no leer o comprender lo leído, se envían, por ejemplo, claves de cuentas bancarias directamente a algunos aprovechados, momentos más complejos que también son herencia de esa constante inmediatez.
Con todo esto, debo decir que lo peor de todo no es caer en las manos de un delincuente. El mayor temor que se debería tener en este mundo de la inmediatez es la idea de gobernar por medio de las redes sociales, un ejemplo de ello puede ser gobernar por Twitter.
En los últimos tres meses, el presidente Gustavo Petro ha logrado aumentar el número de sus seguidores frente a los que tenía apenas hace algunos meses. Pasó de cinco millones seiscientos mil seguidores en Twitter a seis millones ciento setenta y tres mil novecientos diecinueve a fecha 24 de octubre de 2022. Se trata de un incremento apenas obvio para un jefe de Estado, incremento que en el mundo de la inmediatez se traduce también en un aumento de la “influencia” de cada trino.
Desde el 8 de agosto hasta hoy, el presidente Petro ha escrito 276 trinos (sin contar los que quizá hubiese podido borrar o que simplemente se quedaron en el apartado de borradores). Su trino con más “likes” es del pasado 17 de octubre y se trata del tema de la decisión del gobierno británico de suspender la visa a los colombianos. En cambio, su trino más impopular es del 1 de septiembre, el cual hace referencia a las tasas de homicidios en la ciudad de Bogotá.
Gobernar en el mundo de la inmediatez tiene muchos retos, uno de ellos es el manejo de redes como la que hemos estado analizando, un mal manejo de Twitter en un gobernante puede ocasionar desde los memes más virales, como le sucedía seguido a Iván Duque, hasta incitar a la violencia y propagar una revuelta sin sentido como ocurrió con el expresidente estadounidense Donald Trump a quien Twitter decidió suspender permanentemente por ese y otros hechos.
Quizá una solución similar, pero más sensata para los gobernantes del mundo de la inmediatez, sea cerrar sus redes para evitar gobernar desde ellas. Gustavo Petro tiende a ser muy acelerado en sus trinos y esto, sumado a la recesión mundial, nos tiene con el precio del dólar más alto en la historia del país. Es obvio que el precio del dólar no es completamente responsabilidad de Petro, pero sí está en sus manos evitar que la situación se siga agravando. Quizá lo primero que deba hacer es cerrar Twitter o dejarse asesorar en el uso eficiente y acertado de esa red en particular.
Apuntaciones:
Seguimos apoyando desde está columna a las jugadoras de la Selección Colombia sub 17. Nos alegramos por sus triunfos porque como escribimos en la columna del 31 de marzo de este año denominada “¡Clasificamos al mundial!”, al señor Jesurum le valdría más reevaluar lo que entiende por “amateur”.
Terminé de leer Dónde estará la vida que no recuerdo de Beatriz Vanegas Athías, es una novela recomendada para todos aquellos a los que nos gustan las historias de nuestra propia historia. Una lectura profunda de la vida de tres mujeres en tres momentos históricos distintos que viven en medio de música, cine, telenovelas y una sociedad machista, nuestra sociedad.
¿Cómo irán las investigaciones de las denuncias presentadas por el señor que representa lo que no representa?, ¿seguirá con la idea de no conciliar? ¿Ya se habrá dado cuenta que el Consejo Comunitario de Comunidades Negras Fernando Ríos Hidalgo centra su atención en comunidades afro?
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*Abogado. Estudiante de la licenciatura en Filosofía y Letras. Miembro activo del grupo de investigación Raimundo de Peñafort. Afiliado de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
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