Con invitados nacionales e internacionales, Colombia fue sede este martes de una copiosa agenda académica a cargo de las voces más connotadas en materia de protección de suelos, lo que permitió un intercambio de experiencias y recopilar diversas miradas frente a las acciones que se deben realizar para evitar la pérdida de vegetación y ecosistemas claves para la producción de alimentos.
La conmemoración del Día mundial de la lucha contra la desertificación y la sequía fue liderada en Colombia por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, como parte de las actividades del Foro Global de la Tierra.
La jornada tuvo lugar en la sede del Instituto Colombiano Agustín Codazzi, donde la ministra Martha Carvajalino inauguró esta conmemoración con un mensaje sobre los cuidados de los suelos para la actividad agropecuaria, bajo la premisa de que no es lo mismo una hectárea de tierra en Cundinamarca que en los Llanos o el Caribe.
“Este país alberga muchos suelos y eso nos da la posibilidad de hablar de soberanía y seguridad alimentaria. Por eso, como parte de esa protección avanzamos en la declaratoria de Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA). Haremos que esta determinante de ordenamiento sea un patrimonio de quienes ponen los alimentos al servicio de las ciudades”, recalcó la jefa de la cartera agropecuaria.

Por su parte, Andrea Meza, secretaria ejecutiva adjunta de la Comisión de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, afirmó que “sabemos que, en el marco del Foro Global de la Tierra, acoger el Día Mundial de Lucha, es un ejemplo para el mundo de la construcción de paz. Sabemos que tomar estos temas no es fácil, por eso quisiera reconocer ese liderazgo para hacer de las tierras fértiles la base para una sociedad sana”.
Con la participación de representantes de España, Argentina y Uruguay, entre otros países, así como delegados de organismos de cooperación internacional, este evento fue el escenario para ratificar a Colombia como protagonista global en materia de política agropecuaria al consolidarse como un país que le apuesta a la restauración de suelos, redistribución de la tierra y la producción sostenible de alimentos.
Es por ello que la ministra Carvajalino agregó que “quiero agradecerle, a la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, por permitirnos construir una voz común, una brega conjunta, y por permitirnos también celebrar una apuesta unificada de la humanidad, no solo por reconocer que tenemos un problema con nuestros suelos, los cuales albergan la producción de las comunidades más vulnerables. Aquí, en Colombia, construimos esperanza, porque la tierra es para comer, la tierra es para trabajar, y la tierra es para la vida”.