Por: Jhon F. Mieles Rueda/ Muchos nos preguntamos con curiosidad como será nuestro país dentro de 20 o 30 años, sin embargo, en vista de las circunstancias actuales sumado a nuestra difícil historia como nación, es complejo ser optimistas para divisar un futuro más promisorio.
No obstante, es pronosticable que la democracia colombiana en 2040 estará más consolidada y será más respetuosa de los derechos humanos, pues habremos superado el conflicto interno armado, aunque la violencia en las ciudades persistirá y será uno de los mayores inconvenientes para la seguridad y desarrollo del país.
La figura y el modelo presidencialista seguirá rigiéndonos, acompañado de un centralismo atenuado, con una mayor descentralización y autonomías de las entidades territoriales y trasparencia en las instituciones públicas.
Los partidos políticos estarán al borde de la extinción ya que los candidatos se postularán mayoritariamente de forma independiente mediante la recolección de firmas, pues se descubrirá que los partidos políticos son una de las causas más relevantes de la corrupción estatal, ya actualmente que para otorgar los avales a los candidatos, estos deben asumir ciertos compromisos no muy éticos.
Dentro de 30 años Colombia tendrá cerca de 63 millones de personas, cuyo ingreso medio se aproximará a 25 mil dólares al año (hoy es 10 mil); la pobreza ‘moderada’ deberá estar en 15 por ciento (hoy es 37), eso sí, el país tendrá la tercera economía de Latinoamérica por detrás de Brasil y México.
La producción manufacturera y agrícola habrá crecido al 15 por ciento del PIB; la participación de la minería e hidrocarburos se reducirá ampliamente ya que la demanda de combustibles fósiles tendrá su pico en 2032 y por ello el país debe hacer una transición energética hacia las energías renovables.
Con la reducción de la corrupción pública y la estabilización parcial de la economía, la deuda pública del Estado colombiano se habrá consolidado en 15 por ciento del PIB, una de las más bajas y estables del mundo.
En el ámbito deportivo, Colombia será una potencia regional y habrá alcanzado mínimo un tercer puesto en un mundial de futbol, además que en los juegos olímpicos será un país mencionado y logrará estar alguna vez en los primeros 15 puestos del medallero. Así mismo es factible que seamos anfitriones de una Copa del Mundo que nos posicione como una potencia regional y que seamos el centro de atención durante un año.
En asuntos medioambientales es difícil ser optimista considerando la tendencia mundial y el aumento desmesurado de recursos, así como el aumento de la población.
Si hoy enfocamos el concepto de desarrollo desde una perspectiva de economías verdes y evitamos una explotación irracional del subsuelo, en el 2040 podremos tener ecosistemas vitales para el país y para el mundo.
Los expertos dicen que si nos aliamos con Brasil podemos conservar todo el noroeste amazónico, más de un millón y medio de kilómetros cuadrados que garantizarán un barco de oxígeno para las siguientes generaciones.
Lo más probable es que para 2040, las jóvenes generaciones colombianas estarán estudiando en sus textos de historia las razones del largo conflicto armado que sufrió el país entre 1948 y la segunda década del siglo XXI, así como hoy nosotros estudiamos la guerra de los mil días entre liberales y conservadores.
Los diferentes grupos armados estarán en su declive definitivo, ya sea por la vía de las negociaciones de paz, o por la presión de la fuerza pública que estará apalancada en los avances tecnológicos para combatir el crimen organizado, siendo también las Fuerzas Militares de Colombia para el 2040 las segundas mejores de Latinoamérica solo por detrás de Brasil.
En síntesis, aunque el futuro de Colombia es un tanto incierto, como ciudadanos tenemos el deber de trabajar con sentido de pertenencia no pensando solo en el beneficio particular sino también en el bienestar colectivo.
Y sobre todo ejerciendo nuestro derecho al voto con responsabilidad, pues, aunque no se sabe cómo será el 2040, lo que hagamos y a quienes elijamos en el próximo 2022 para representarnos tanto en el Congreso y la Presidencia de la Republica será crucial para nuestro devenir en los próximos años.
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*TG. Agroforestal, pensador y político.
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(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
