El fabricante japonés de automóviles Toyota anunció el miércoles que su beneficio neto en el último ejercicio fiscal superó sus expectativas, y pronosticó una mejora de las ventas y los ingresos para el próximo ejercicio.
La empresa registró un beneficio neto de 2,45 billones de yenes (18.120 millones de dólares) en su último ejercicio fiscal, un 14% menos que el año anterior, aunque por encima de sus previsiones de 2,36 billones de yenes.
Toyota espera que su beneficio neto para todo el año aumente un 5%, gracias a «las mejoras en el suministro de semiconductores y a los esfuerzos de los centros de producción».
La firma japonesa conservó en 2022 su puesto de líder de ventas por tercer año consecutivo, pero al igual que sus rivales sufrió las consecuencias de la pandemia de covid-19 y la escasez mundial de semiconductores.
«En una palabra, ha sido un año muy duro para producir y entregar vehículos a nuestros clientes», declaró a la prensa su CEO, Koji Sato.
Toyota vendió más de 10,5 millones de vehículos en todo el mundo en el último ejercicio, incluidos los fabricados por sus filiales como Hino Motors y Daihatsu, y prevé un aumento hasta los 11,4 millones para el próximo ejercicio.
