El Senado estadounidense, bajo control republicano, dio el lunes una gran victoria política preelectoral al presidente Donald Trump al confirmar a su nominada para la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, en un decisión que la Casa Blanca planea celebrar más tarde.
La Cámara alta votó 52-48, con los demócratas unidos en el rechazo a la confirmación de Barrett, que crea una mayoría conservadora de 6-3 en el alto tribunal. Una republicana, Susan Collins, votó contra la confirmación.
La ceremonia prevista en la Casa Blanca se celebrará un mes después de un evento similar que fue relacionado con un brote de Covid-19 que precedió a la propia infección de Trump. Barrett sustituirá a la juez liberal Ruth Bader Ginsburg, que falleció el mes pasado.
En la ceremonia, el juez conservador de la Suprema Clarence Thomas tomará uno de los dos juramentos para el cargo que los magistrados deben realizar, según un funcionario de la Casa Blanca.
El presidente de la Suprema, John Roberts, tomará el juramento judicial por separado en la corte el martes, según indicó el tribunal en un comunicado.
Trump presionó al Senado para confirmar a Barrett, de 48 años, en el puesto vitalicio antes de la elección presidencial del 3 de noviembre, creando una mayoría conservadora de 6-3 en el máximo órgano judicial del país.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, dijo que la mayoría republicana está “incendiando su credibilidad” al proceder con la votación tan cerca de los comicios, tras bloquear al nominado del presidente demócrata Barack Obama en el año electoral de 2016.
“Lo cierto es que esta nominación forma parte de un esfuerzo de varias décadas para escorar a la justicia hacia la extrema derecha”, comentó.
El líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, defendió el nombramiento de Barrett.
“No tenemos duda de que si el zapato estuviera en otro pie estarían confirmando”, afirmó McConnell. “No puedes ganarlo todo y las elecciones tienen consecuencias”.
Trump ha dicho que espera que la corte decida el resultado de la elección entre él y el demócrata Joe Biden y quiere que Barrett participe en cualquier caso relacionado con los comicios que sea presentado ante los magistrados.
Barrett, juez de una corte federal de apelaciones, es la tercera selección de Trump para el tribunal y culmina un exitoso escoramiento hacia la derecha del sistema de justicia federal en general desde que asumió el cargo en 2017.
