Por: Yessica Molina Medina/ En las grandes crisis aparecen los verdaderos líderes. Escribo esto y pienso en la grandeza de Winston Churchill, el primer ministro británico que tuvo que dirigir a su nación en la Segunda Guerra Mundial y, por tanto, enfrentar la amenaza de los nazis. Sus mensajes y sus decisiones fueron los adecuados en medio de las vicisitudes de una de las épocas más turbulentas de Europa.
Estamos en una de las grandes crisis del mundo moderno. Tal vez al menos este siglo no vea otra igual. ¿Han estado nuestros líderes a la altura de las circunstancias? Mal que bien, y un año después del comienzo de la pandemia, el país sigue a flote y el sistema de salud, aunque al límite, no ha colapsado.
Gran parte de nuestros líderes están en el Congreso de la República. Este, fundamental en democracia, ha sabido acompañar al ejecutivo, pero también hacer el control político necesario con respecto a todas sus actuaciones para controlar la pandemia de covid-19 y rescatar la economía. El Congreso, que el año pasado sesionó virtualmente, aprobó leyes esenciales, como la 2071, que adopta medidas financieras para reactivar sectores como el agropecuario, agrícola, pesquero, acuícola y agroindustrial después de la crisis.
Asimismo, la Ley 2070, enfocada en la reactivación de uno de los sectores más golpeados por las restricciones propias del confinamiento: el sector de la cultura, las artes y la creatividad. O la 2064, que declara de interés general la estrategia de vacunación de los colombianos contra la covid-19 y la lucha contra futuras pandemias.
Además de los relativos a la pandemia, vale destacar algunos proyectos de ley que aún están en discusión. Uno de ellos es el 075/2019C, que pretende ayudar a las mujeres, jóvenes y pequeños productores rurales sacándolos de las centrales de riesgo luego de pagar sus saldos vencidos de créditos hipotecarios y asegurar su acceso a créditos en condiciones favorables.
Merece mención también el 044/2019C, que quiere posicionar al gas natural como el energético de transición hacia energías limpias, con menores emisiones de gases de efecto invernadero, y que muchos más colombianos accedan a este combustible. Y, finalmente, uno sobre un tema que el país está en mora de regular: las plataformas digitales tipo Uber, que generan miles de empleos, pero que están por fuera de la regulación laboral y de transporte.
Los retos que se vienen serán aún mayores y necesitamos un Congreso que los sepa enfrentar. Los ciudadanos necesitamos un Congreso que siga ejerciendo control político sobre las decisiones referidas al plan de vacunación, ingreso solidario para los más pobres, fortalecimiento del sistema de salud, etc. Es fundamental que se expida una ley que proteja la infraestructura en salud recientemente creada, de suerte que el sistema esté preparado para enfrentar futuras pandemias sin tantos apremios.
Sin duda, la principal discusión tendrá que ver con la reforma tributaria, que el Gobierno ha pintado con un corte social que pocos creen (la devolución del IVA); pues el Congreso tendrá que dar un debate con altura para lograr un sistema tributario equitativo pospandemia y con un alto impacto social para ayudar a los sectores más vulnerables, que fueron, por supuesto, los más afectados. Es la hora de un Congreso a la altura de esta crisis.
*Master en comunicación estratégica, profesional Comunicadora Social- Periodista, asesora política y relacionamiento público y experta en marketing político.
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