El Presidente de Brasil, Jair Bolsanaro; la esposa del primer ministro canadiense Justin Trudeau; el ministro de Asuntos Internos de Australia y un futbolista del Chelsea se encuentran entre los nuevos contagiados con el coronavirus COVID-19, que ha infectado a casi 135.000 personas y provocado 4.900 muertes en todo el mundo.
Los gobiernos y los bancos centrales preparaban el viernes más medidas de emergencia para enfrentar el impacto económico del virus, lo que ayudaba a los mercados financieros a reducir algunas de sus pérdidas. También se cancelaron o pospusieron más eventos masivos.
Los legisladores estadounidenses y la Casa Blanca se acercaban a un acuerdo sobre un paquete de ayuda económica para el coronavirus, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que esperaba anunciar un trato el viernes.
Expertos advierten que por falta de pruebas y casos no reportados, muchas más personas pueden contagiarse con la enfermedad identificada en la ciudad china de Wuhan a fines de 2019. Las autoridades sanitarias de todo el mundo enfrentan la posibilidad de que los servicios se vean colapsados.
“Estamos anticipando que el 20% de la población en la primera ola se verá afectada”, indicó Kerry Chant, director médico del gobierno del estado australiano de Nueva Gales del Sur (NSW), el estado más poblado del país.
Chant dijo que los modelos sugieren que el 5% de la población del estado, unas 350.000 personas, necesitaría tratamiento hospitalario como resultado del coronavirus.
Australia ha registrado casi 160 infecciones y tres muertes por la enfermedad. Entre los infectados se encuentra uno de sus ministros de gobierno de más alto perfil, Peter Dutton, quien está a cargo de los asuntos internos.
El actor estadounidense Tom Hanks anunció desde Australia esta semana que él y su esposa, la actriz Rita Wilson, habían dado positivo.
Trudeau declaró que se mantendría aislado por dos semanas después de que su esposa, Sophie Gregoire Trudeau, dio positivo por coronavirus. La nación ha reportado 145 casos, el triple respecto a la semana pasada, con una muerte.
Una gran cantidad de grandes eventos deportivos se suspendió, como el torneo de golf Players Championship y el Gran Premio de Australia. Nepal cerró el Monte Everest a los escaladores.
El delantero del Chelsea Callum Hudson-Odoi dio positivo y el club indicó que todos los jugadores del primer equipo y el cuerpo técnico del Chelsea se autoaislarían. Todos los partidos de elite en Reino Unido, incluida la Liga Premier, fueron suspendidos hasta el 4 de abril.
Caos en los mercados
La propagación del virus en la provincia china de Hubei se ha ralentizado en medio de estrictas restricciones de transporte en el desplazamiento. Sólo se informaron cinco casos nuevos el viernes en la capital provincial de Wuhan y no se reportaron infecciones de transmisión local en el resto del país.
A pesar de las noticias positivas de China, los mercados mundiales sufrieron otra paliza. El Nikkei de Japón cerró con una baja de 6% después de que las acciones de Wall Street cayeran un 10% el jueves.
El banco central de Japón se comprometió a comprar 200.000 millones de yenes (1.900 millones de dólares) de bonos del gobierno de cinco a diez años y también inyectar 1,5 billones de yenes adicionales en préstamos a dos semanas. La Reserva Federal ofreció 1,5 billones de dólares en préstamos a corto plazo.
Pérdida de los seres queridos
Los viajeros en Europa se apresuraron a abordar vuelos a Estados Unidos después de que el presidente del país, Donald Trump, impuso amplias restricciones a los viajes desde el continente, decisión que enfureció a los líderes europeos y asustó a los inversores.
Trump también sugirió que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 podrían retrasarse un año, pero los organizadores insistieron en que estaban avanzando con los preparativos para un evento “seguro y protegido”, previsto para julio.
Los líderes europeos advirtieron que las cosas empeorarían antes de mejorar. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el país enfrentaba su peor crisis de salud pública en un siglo y anunció medidas que incluyen el cierre de escuelas, guarderías y universidades a partir del lunes.
En Italia, donde la cifra de muertos superó los 1.000 en el brote más mortal de Europa, el gobierno impuso un cierre global de restaurantes, bares y casi todas las tiendas, excepto tiendas de alimentos y farmacias.
Corea del Sur, donde surgió un brote casi al mismo tiempo que el de Italia, informó que la cantidad de personas que se recuperaban del virus superó nuevas infecciones por primera vez, lo que aumenta la esperanza de que la mayor epidemia de Asia fuera de China pueda estar disminuyendo.
