Por: Diego Armando Lozada Trujillo/ La realidad social y económica que vive hoy el país es realmente preocupante, algunos vaticinan que el problema económico “realmente serio” vendrá al superar esta pandemia, apegándose a la recesión, no operación y la reducción de comercio que ha vivido nuestra economía.
Dicha opinión es respetable, pero lo que realmente preocupa al ver la realidad del confinamiento, es la situación financiera de aquellas personas que viven del día a día, aquella población que corresponde a un gran número de los colombianos, que antes de morir de hambre muy probablemente acudirán a las vías de hecho, con el fin de abastecerse y abastecer a los suyos.
Pero ahí no para la triste realidad que se vive en nuestro país, los mandatarios de grandes capitales optarán por hacer recortes presupuestales y cancelar distintas actividades, con el fin de agrupar algunos presupuestos con el fin de otorgar subsidios y ayudas a la población más vulnerable… y ¿Cómo harán los municipios pequeños?
El éxito de estos municipios en gran parte depende de la gestión del mandatario y la benevolencia departamental y nacional, pues si el mandatario no “se mueve” muy probablemente no podrá dar soluciones a las grandes necesidades de sus gobernados, pues para nadie es un secreto la gran desigualdad social que se vive en estos territorios.
La forma en la que ha liderado esta pandemia nuestro presidente, ha estado cargada de aciertos y desaciertos, pero en materia general ha sido aceptable. Al observar el plan de acción y los paquetes de beneficios ofertados por del gobierno nacional, se genera un optimismo y una sensación de alivio (leve pero necesaria) a los colombianos. Pero desde que se detectó el primer caso, el pasado 06 de marzo, no se ha visto un solo caramelo para los municipios pequeños, que les permita afrontar esta situación.
Los discursos y los planes de acción se escuchan muy bonitos, pero si estos no se llevan a la práctica significarán un fracaso más en la gestión presidencial. Pues la no articulación con los gobiernos locales y la no entrega de estas ayudas en tiempo real, ha sumado a los mandatarios un conflicto más, de los cientos que atienden con sus presupuestos reducidos.
Prácticamente los mandatarios están enfrentando esta pandemia con “viáticos de hippie” y al disponer de los recursos como los faculta la ley, en pocos meses se enfrentarán a otros conflictos que se agravarán y que no han sido escuchados por el gobierno nacional en años.
En muchos de estos municipios han acudido a las campañas de solidaridad, las donaciones y el gran corazón de cientos de personas, para poder atender las necesidades de la población vulnerable, población que no puede esperar por su condición, a que ese “eficiente” plan de acción nacional se convierta en una realidad.
Llevamos casi un mes enfrentándonos al Covid-19, aplicando las restricciones y acatando las medidas impartidas por el gobierno nacional. Pero no es necesario ser un conocedor de la materia, para entender que muy probablemente esta situación de salubridad pública se extenderá un par de meses más.
Situación que alarma no solo a los mandatarios, pues algunos ciudadanos tendrán la fortuna de contar con unos ahorros para sopesar esta situación, otros con algunos auxilios se mantendrán, algunos con la caridad de las personas de buen corazón y ¿aquellos que viven el olvido del estado? Llegó el momento que tanto el gobierno nacional, como las entidades bancarias den a los ciudadanos un paquete de verdaderos alivios.
Este escenario no será fácil para nadie, porque al fin de cuentas todos tendremos que perder o dejar de recibir algo, con el fin de afrontar esta difícil situación. Es importante y necesario que, de una vez por todas el gobierno nacional priorice los auxilios, ayudas y recursos a esos municipios que necesitan tanto apoyo.
Continuar en esta realidad un mes más, traerá consigo un sin número de problemas sociales, que podemos evitar con una buena articulación entre los gobiernos locales y el mandatario de los colombianos.
De algo si estoy seguro y es que esta difícil prueba, nos hará crecer como personas con sentido social y generosos ante las dificultades de los demás.
*Abogado y dirigente juvenil
Twitter: @DiegoALozada