El proceso de corrupción que se le sigue al hoy senador Richard Aguilar Villa en la Corte Suprema de Justicia, vuelve a ponerse se de moda. El alto tribunal confirmó que tendrá en cuenta las versiones y las pruebas presentadas por dos testigos, quienes solicitaron ante la Fiscalía General de la Nación el beneficio de principio de oportunidad.
La investigación contra el exgobernador de Santander tiene que ver con posibles irregularidades en el cobro de millonarias coimas a cambio del otorgamiento de contratos.
La Corte tendrá en cuenta los testimonios de Claudia Yaneth Toledo Bermúdez, exsecretaria de Infraestructura en esa administración y su esposo Lenin Darío Pardo, señalados de recibir instrucciones del gobernador Aguilar y de otros funcionarios de la administración departamental sobre los procesos de contratación y a quienes debían favorecer con la adjudicación de las millonarias obras.
La exsecretaria Toledo Bermúdez está siendo procesada por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y concierto para delinquir. A Pardo, su esposo, le imputaron los cargos de interés indebido en celebración de contratos, falsedad en documento privado, concierto para delinquir y cohecho por dar y ofrecer. Tras esas acusaciones, decidieron colaborar con la justicia, echando de cabeza a Aguilar Villa.
De acuerdo con el principio de oportunidad, Toledo y Pardo se comprometieron a revelar cómo Aguilar se interesó indebidamente en la celebración de varios contratos de obra del departamento en provecho propio y de contratistas con los que, siguiendo sus instrucciones, Lenin Darío Pardo Pulido y Julián Jaramillo, funcionario de la Gobernación, se habían reunido previamente y acordado los porcentajes que les corresponderían a cada uno de los involucrados, entre ellos el actual entonces gobernador.
A criterio del abogado de la exsecretaria Claudia Yaneth Toledo Bermúdez, quien hace unos días se refirió al proceso, dijo que su representada y su esposo denunciarán a Julián Libardo Jaramillo Díaz, funcionario de la Gobernación de Santander, quien, al parecer, manejaba toda la contratación de la Gobernación, siguiendo instrucciones de Aguilar.
De hecho, este funcionario era quien acordaba y recibía de los contratistas los porcentajes que le correspondían a Aguilar.