Esta semana se instaló la última legislatura del Congreso de la República elegido para el periodo 2018-2022, la cual finalizará el próximo 20 de junio.
En este contexto, la plataforma govtech Sonar hizo un balance del trabajo del Senado y de la Cámara de Representantes desde su primera legislatura entre 2018 y 2019, el cual reveló que, de 2.156 proyectos de ley radicados entre ambas cámaras, solo 6,35% han sido sancionados como Ley de la República, es decir, 137 iniciativas.
De los proyectos presentados, Sonar evidenció que solo 5,6% fueron de iniciativa gubernamental, esto equivale a 112 proyectos, de los cuales 35 fueron sancionados como Ley. La tasa de aprobación del Gobierno Nacional, entonces, ha sido de 31,25%.
Esto quiere decir que el Gobierno fue más eficiente que el Congreso si se comparan los niveles de aprobación.
Según Gonzalo Araújo, cofundador de Sonar, este fenómeno se debe a que al Gobierno lo ayudó en sus iniciativas “el apoyo de partidos independientes como Cambio Radical y el Partido Liberal. Sin embargo, tener una diferencia de más de 2.000 proyectos, entre los que se radican y se convierten en ley, sí muestra un legislativo de baja productividad”.
Al momento de comenzar la nueva legislatura, hay 409 que siguen vigentes, de los cuales, según el estudio, solo 233 tienen la viabilidad para continuar su trámite, mientras que 60 se discutirían hasta junio.
Destacan, por ejemplo, proyectos como el de la objeción de conciencia en política o la iniciativa que prohíbe plásticos de solo uso, los cuales se encuentran avanzados en sus últimos debates.
No obstante, para Araújo, es muy probable que la tendencia en el trámite de proyectos sea baja, pues, “debido a las elecciones, se hará más difícil contar con quórum decisorio”.
